jueves, 23 de septiembre de 2010

Telefonos en la Biblia

Si estás triste, tienes problemas, dudas.., LEE LA BIBLIA.

Mediante la lectura y estudio de la Biblia, podemos encontrar la solución a nuestros problemas, pero cuando nos pongamos ante ella, es muy importante pedirle a Dios, que nos ayude a entender lo que leemos y que nos de FE.

"Ahora bien, sin la fe es imposible agradarle; porque aquel que se acerca a Dios debe creer que existe, y que recompensará a aquellos que lo buscan" (Hebreos 11:6)

https://docs.google.com/fileview?id=0B4Hm5yfzsUhdNmEyZjRjNDgtZjJiMi00MWIzLWIwZmMtMGZjNWQyYTk2YzBk&hl=es

lunes, 20 de septiembre de 2010

La Corona de la Divina Misericordia

Jesús, encargo a Sor Faustina, que difundiera el rezo de la “Corona de la Divina Misericordia”.

“Yo te recuerdo mi Hija querida, que tantas veces oigas al reloj dar las tres de la tarde, te sumerjas completamente en Mi Misericordia, adorándole y glorificándole; invoca su omnipotencia para todo el mundo y particularmente por los pobres pecadores, porque en ese momento, la misericordia se derramó abiertamente sobre cada alma. A esta hora tú puedes obtenerlo todo para ti misma y para otros, por la súplica; ésa fue la hora de gracia para todo el mundo. La misericordia triunfó sobre la justicia.


Divina Misericordia

Hija mía trata de hacer el Vía Crucis lo mejor posible a esta hora, siempre y cuando tus obligaciones lo permitan y si no tienes la posibilidad de hacer el Vía Crucis, entonces al menos entra en la capilla, sumérgete en oración en donde quiera que te encuentres, aunque sea sólo por un instante. Yo reclamo veneración para Mi Misericordia en toda criatura, pero por sobre todos: de ti, ya que es a ti a quien he dado el entendimiento más profundo de este misterio”. (1572)


“Por medio de la corona conseguirás todo, si es que lo que pides es compatible con Mi voluntad”

¿Cómo se reza la Corona de la Misericordia?
La Coronilla de la Divina Misericordia
Se utiliza un rosario común de cinco decenas.

1. Comenzar con un Padre Nuestro, Avemaría, y Credo.

2. Al comenzar cada decena (cuentas grandes del Padre Nuestro) decir:

"Padre Eterno, te ofrezco el Cuerpo y la Sangre,
el Alma y la Divinidad de Tu Amadísimo Hijo,
Nuestro Señor Jesucristo, como propiciación
por nuestros pecados y los pecados del mundo entero."

3. En las cuentas pequeñas del Ave María:

"Por Su dolorosa Pasión,
ten misericordia de nosotros
y del mundo entero."

4. Al finalizar las cinco decenas de la coronilla se repite tres veces:

"Santo Dios, Santo Fuerte, Santo Inmortal,
ten misericordia de nosotros y del mundo entero."

Se puede añadir el rezo de una SALVE

SALVE

T - Dios te salve, Reina y Madre de misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra; Dios te salve. A Ti llamamos los desterrados hijos de Eva; a Ti suspiramos, gimiendo y llorando, en este valle de lágrimas. Ea, pues, Señora, abogada nuestra, vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos; y después de este destierro muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre. ¡Oh clementísima, oh piadosa, oh dulce Virgen María!

T - Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios,
R - para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo. Amén

martes, 14 de septiembre de 2010

Reflexion sobre la Santa Cruz

Hoy día 14 de septiembre, se celebra la EXALTACIÓN de la SANTA CRUZ, con motivo de esta celebración, hago una breve reflexión, sobre el sentido que tiene para nosotros la CRUZ

La cruz no es sólo un par de maderos cruzados, cuando miramos a la cruz también vemos al crucificado y cuando contemplamos a ese crucificado, también estamos viendo a Jesús llevando la cruz, sobre sus hombros camino del calvario y ese Jesús que carga con la cruz, es Jesús cargando con todos nuestros pecados.

Con Jesús, pasamos de una cruz símbolo de maldición, de vergüenza, de escandalo, destinada a los peores criminales, a una cruz, símbolo de bendición, de salvación, de esperanza, destinada a todos nosotros.

Deberíamos preguntarnos, ¿qué es para nosotros la cruz?, es un simple adorno que se cuelga en el cuello, es una obra de arte que se cuelga en una pared, una joya que es exhibida por la calle, o por el contrario es una forma de vida, un camino a recorrer.

Jesús, acepto su cruz. La traición de Judas, el sueño de los apóstoles, la fuga de los amigos, las burlas de los soldados, el griterio del pueblo. Y nosotros ¿aceptamos nuestra cruz? la enfermedad que cambia nuestros proyectos, el golpe que nos propina un amigo, la frase que se siente como un latigazo, la calumnia que nos deja sin respiración.

PENSAMIENTO:
“Dios se hace hombre en Belén, entre los maderos de una humilde cuna y se deshace en amor entre los dos maderos de una cruz”

Himno de la Cruz - Salva, oh Señor, a Tu Pueblo, y bendice a Tu Heredad. Concede a Tu Iglesia la victoria sobre sus enemigos. Y protege al mundo por Tu Santa Cruz.

Contestación - Oh Tú que, por Tu propia Voluntad, fuiste levantado sobre la Cruz, concede Tu Compasión a Tu pueblo nuevo, llamado por Tu Nombre, Oh Cristo Dios. Alegra Con Tu Poder a nuestros fieles gobernantes, dándoles victoria sobre sus enemigos; Que les sea Tu Cruz un arma de paz y una victoria invencible.





domingo, 12 de septiembre de 2010

El Angelus

El Ángelus, es una oración en honor del misterio de la Encarnación, con palabras tomadas del propio Evangelio. «He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra.» (Lc 1,38); «Y el Verbo se hizo carne, y habitó entre nosotros» (Jn 1,14).


Es una manera de consagrar el día entero a Dios y a la Virgen, y un modo de santificar, con una oración, el trabajo o el estudio.




Se suele rezar tres veces al día: al comenzar la jornada (6 de la mañana), al medio día (12 horas), y al atardecer (6 de la tarde). Este hábito de recitarlo tres veces al día, comenzó en 1472, por orden del rey francés Luis XI.


Juan XXIII introdujo la costumbre que todavía hoy continúa vigente, del rezo público del Ángelus, en la plaza de San Pedro todos los domingos y días de fiestas. Tras la oración, Juan XXIII impartía su bendición y aprovechaba para dirigirse a los presentes


Finalmente indicar, que durante el tiempo de Pascua, desde el Domingo de Resurrección hasta Pentecostés, se sustituye el rezo del "Ángelus", por el “Regina Coeli”, que es una oración centrada en la meditación de la Resurrección del Señor. Este cambio fue establecido el 20 de abril de 1742, por Benedicto XIV



ANGELUS


V. El Ángel del Señor anunció a María,


R. Y concibió por obra y gracia del Espíritu Santo.


Avemaría.


V. He aquí la esclava del Señor.


R. Hágase en mí según tu palabra.


Avemaría.


V. El Verbo de Dios se hizo carne.


R. Y habitó entre nosotros.


Avemaría.


V. Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios,


R. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo.


ORACIÓN


Infunde, Señor, tu gracia en nuestras almas para que los que hemos conocido, por el anuncio del Ángel la encarnación de tu Hijo Jesucristo, lleguemos, por los méritos de su pasión y su cruz, a la gloria de la resurrección. Por Jesucristo, nuestro Señor.


R. Amén.



V.- Gloria al Padre, y al Hijo y al Espíritu Santo,


R.- Como era en el principio, ahora y siempre por los siglos de los siglos. Amén



V.- Gloria al Padre, y al Hijo y al Espíritu Santo,


R.- Como era en el principio, ahora y siempre por los siglos de los siglos. Amén



V.- Gloria al Padre, y al Hijo y al Espíritu Santo,


R.- Como era en el principio, ahora y siempre por los siglos de los siglos. Amén



V - Ave María purísima


R - Sin pecado concebida





REGINA COELI


V. Alégrate, Reina del cielo; aleluya.


R. Porque el que mereciste llevar en tu seno; aleluya.


V. Ha resucitado, según predijo; aleluya.


R. Ruega por nosotros a Dios; aleluya.


V. Gózate y alégrate, Virgen María; aleluya.


R. Porque ha resucitado Dios verdaderamente; aleluya.



ORACIÓN


Oh Dios que por la resurrección de tu Hijo, nuestro Señor Jesucristo, te has dignado dar la alegría al mundo, concédenos que por su Madre, la Virgen María, alcancemos el gozo de la vida eterna. Por el mismo Jesucristo Nuestro Señor.


R. Amén.


viernes, 10 de septiembre de 2010

La natividad de María

El Nuevo Testamento no hace referencia al nacimiento de María, por lo que tenemos que acudir, a los evangelios apócrifos y más concretamente al "Libro sobre la Natividad de María" y el "Protoevangelio de Santiago". En el "Libro sobre la Natividad de María" se dice que María habría nacido en Nazaret y en cambio en el "Protoevangelio de Santiago", cita a Jerusalén como la ciudad de su natividad.




Lo único que está claro es que la fiesta de la Natividad de la Virgen surgió en oriente, y con mucha probabilidad en Jerusalén, hacia el siglo V. Allí estaba siempre viva la tradición de la casa natalicia de María. Por lo tanto, parece que Jerusalén es la ciudad más probable de su nacimiento y el lugar exacto sería la actual basílica de Santa Ana.


Según los textos apócrifos, Joaquín y Ana, no tuvieron hijos durante sus primeros veinte años de matrimonio, y ante esta situación, hicieron una promesa al Señor que consistía en que si les daba un descendiente, lo consagrarían a su servicio.


Para obtener esta gracia, todos los años se desplazaban al templo de Jerusalén en las tres fiestas principales. El día de la Fiesta de la Dedicación, Joaquín se acercó al altar para presentar la ofrenda de sus cosechas, pero el sacerdote, lo rechazó diciéndole que no tenía derecho a acercarse porque un hombre estéril como él, no podía andar con los que no estaban bajo su misma condición (en aquellos tiempos, el pueblo de Israel consideraba una maldición la esterilidad).


Ante esta situación, Joaquín, se retiró al desierto, para obtener con penitencias y oraciones la ansiada paternidad, sin querer volver a su casa para no exponerse a los desprecios de sus vecinos, después de unos meses de gran soledad, se le presentó un ángel de Dios, rodeado de un inmenso resplandor que le comunicó que su mujer engendraría a una hija.


Algún tiempo después nace María, una niña santa, aunque en ella no se nota nada hasta que crece y comienza a hablar, y a manifestar su vida interior. Mediante sus palabras se conoce cuál es su espíritu, y sus padres comprenden que es una criatura excepcional.


Aunque la fiesta de la Natividad de María se venía celebrando desde el siglo V, en occidente dicha celebración no se inicia hasta el siglo VII, siendo en este siglo cuando el Papa Sergio I ordenó que se celebrara una procesión en honor a la fiesta, el 8 de septiembre; posteriormente en 1378, el Papa Gregorio XI, de forma "oficial", la introdujo en el calendario litúrgico.


La fiesta fue fijada el día 8 de septiembre probablemente porque, representando María el papel del comienzo de la obra de la salvación, era oportuno celebrar su nacimiento al principio del año eclesiástico según el Monologium Basilianum

http://www.youtube.com/macelinasa#p/search/1/rMHw-k9IU7k

sábado, 4 de septiembre de 2010

La Oración del Corazón

La “ORACIÓN DEL CORAZÓN”, conocida también como “oración a Jesús”, es una breve fórmula piadosa, Señor Jesús, Hijo de Dios, ten piedad de mí, algunas veces con el añadido: pecador. Posiblemente del siglo XIII.


Componentes de la "oración a Jesús"

La fórmula que, se va imponiéndose con el transcurso de los años es: “Señor Jesús, Hijo de Dios, ten piedad de mí, pecador”. Sus elementos se pueden encontrar en diferentes pasajes de la Sagrada Escritura.


En la oración de los dos ciegos: «¡Ten piedad de nosotros, Hijo de David!» (Mt 9, 27).


En el ruego de la mujer cananea: «¡Ten piedad de mí, Señor, Hijo de David!» (Mt 15, 23).


En el pedido del padre del epiléptico: «Señor, ten piedad de mi hijo...» (Mt 17, 15).


En la oración de los diez leprosos: «!Jesús, Maestro, ten piedad de nosotros!» (Lc 17, 13).


Y sobre todo en la oración del ciego de Jericó, que San Marcos llama Bartimeo: «¡Hijo de David, Jesús, ten piedad de mí!» (Mc 10, 47-48; Lc 18, 38-39).



Procedente del Oriente cristiano (Iglesia Ortodoxa), podemos encontrar esta variante de la oración, que también es utilizada por los católicos romanos, anglicanos y protestantes pero en menor grado:


“Señor Jesús, Hijo de Dios vivo, ten misericordia de mi, que soy un pobre pecador”.


La ORACIÓN DE JESÚS, o la ORACIÓN DEL CORAZÓN, está centrada en el Santo Nombre. Puede ser dicha como: "Señor Jesucristo Hijo de Dios, ten piedad de mí pecador"; puede ser cambiada a "nosotros pecadores" o a otros nombres individuales o puede ser abreviada. El poder está en el nombre de Jesús; así que "Jesús" solo, puede colmar toda la necesidad de aquel que ora.


Esta oración debemos repetirla, pausadamente y muchas veces, cuando estamos en la Iglesia, en casa, o de viaje, e incluso se puede ajustar el ritmo de la respiración a la oración. “A la respiración de tu nariz une la atención y el nombre de Jesús” (Hesiquio)


El efecto de ésta, es una gran calma interior, una aceptación de las dificultades con serenidad, una capacidad para decir el consejo oportuno y una intuición de la ayuda que necesitan los demás. Se aconseja vivamente.


Se puede rezar cien, o mil veces por día. Es una profesión de fe en Jesús verdadero Dios y verdadero Hombre, que salva del pecado, del demonio y de la muerte.


Es considerada altamente espiritual porque está dirigida totalmente hacia Jesús: todos los pensamientos y esfuerzos; la esperanza, la fe y el amor están expresados devotamente a Dios. Cumple también dos mandamientos básicos del Nuevo Testamento. En el primero Jesús dice: "cualquier cosa que pidan al Padre en mi nombre se las dará. Pero aún no han pedido nada en mi nombre: pidan y recibirán, para que su gozo sea completo" (Juan 16:23-24). El otro mandamiento es de San Pablo que nos pide orar sin cesar (1 Tesalonicenses 5:17).


jueves, 2 de septiembre de 2010

La Virgen de la Fuensanta (La Morenica)

La Virgen de la Fuensanta es la patrona de la ciudad de Murcia desde que así fuera proclamada en la primera mitad del siglo XVIII (concretamente en 1.731). Anteriormente lo era Santa María de la Arrixaca, imagen del siglo XIII relacionada con la Reconquista del Reino, venerada en la iglesia conventual de San Andrés y cantada por Alfonso X el Sabio en sus famosas cantigas a Santa María

La devoción por Ntra. Sra. de la Fuensanta es muy antigua, surgiendo a partir de la aparición de la Virgen en el monte conocido como “El Hondoyuelo”. Cuenta la leyenda que en esta sierra, situada a unos 5 kilómetros de la capital y ya considerada como enclave sagrado por las primeras civilizaciones que habitaron la zona, María hizo brotar la "fuente santa" que dio nombre a la advocación. El manantial todavía hoy riega aquel paraje y desde el siglo XV consta la existencia de una ermita entre iglesia y mezquita con bóveda a lo gótico, en honor a la Virgen, a finales del XVII comienza a construirse un nuevo templo. Se trata de un edificio de estilo barroco, que ha ido sufriendo reformas en épocas posteriores, sufriendo una importante restauración tras la Guerra Civil, hasta convertirse en la iglesia (Santuario de la Fuensanta), que tantos turistas visitan en la actualidad.


El auge de esta advocación comienza el 17 de enero de 1694. En esta fecha, tras una larga sequía que azotaba toda la zona, se acuerda bajar la imagen de la Virgen por vez primera hasta Murcia. Con aquella romería se imploraba la lluvia necesaria para los cultivos, relatando las crónicas de la época que, al finalizar la rogativa, llovió copiosamente e incluso llegó a nevar. Por entonces se tenía como patrona de la ciudad a Santa María de la Arrixaca. Pero el milagro del agua se repitió en las sucesivas romerías lo que le valió el título de patrona en 1731, por aclamación popular. Por ello las romerías entre el santuario y la Catedral siempre fueron, y aún hoy son, la mayor manifestación de fe y agradecimiento del pueblo de Murcia a la "Morenica" (nombre cariñoso que alude a la Virgen, debido al color tostado de su rostro).


En 1808, a raíz de la invasión napoleónica, le fue otorgado el rango militar de "Generala del Reino", apelativo con el que muchas veces se refieren a Ella sus fieles. Su Coronación Canónica tuvo lugar el 24 de abril de 1927. También ha recibido la Medalla de Oro por parte de diversos estamentos y asociaciones tanto de la capital como de la Región, entre ellas las de la Ciudad de Murcia y la del Cabildo Superior de Cofradías.


LA IMAGEN

La Virgen de la Fuensanta

La talla de la patrona, es una escultura de origen gótico cuya autoría no ha podido ser concretada, pero si se sabe que ha sido restaurada en el siglo XVIII, por el imaginero Roque López, atribuyéndose el Niño a Francisco Salzillo. La hermosura de la imagen es indiscutible, y su aspecto se embellece con lujosos ropajes, joyas y coronas regaladas por los fieles. Actualmente se encuentra en el Santuario de La Fuensanta (Algezares).


En cuanto a la descripción de la talla.

La Virgen lleva en el brazo izquierdo al Niño, y en el derecho sostiene un cetro. El Niño bendice con la mano derecha y con la izquierda sostiene una bola que simboliza la Tierra, clara alusión a la redención.


La Virgen esta vestida con túnica y un largo manto. La peana sobre la que se alza esta decorada con dos ángeles, un querubín central y una media luna. Los ojos son de cristal algo rasgados y las cejas y las pestañas son negras y abundantes. La nariz es algo afilada y la boca y los labios son finos. El rostro del Niño es diferente, las cejas son finas y rubias, la boca apenas entreabierta y con gran gracia en el rostro.


EL CULTO

Romería de la Fuensanta

La difusión del culto a Ntra. Sra. de la Fuensanta, ha venido ligada a la celebración de traslados periódicos, de la imagen, desde el Santuario hasta la Catedral de la ciudad y viceversa. Tanto en las romerías como en los demás actos protagonizados por la Virgen, la Hermandad de Caballeros de la Fuensanta es la encargada de custodiarla. Estos traslados no tienen una fecha fija asignada en el calendario, sino que han de cumplir con la antigua costumbre de que “un jueves la traen y un martes se la llevan”; es decir, que siempre se realiza el trayecto del monte a la ciudad un jueves, y el retorno un martes.


Actualmente, dos son las ocasiones establecidas para llevar a La Fuensanta a Murcia: una con la llegada de la Cuaresma, alargando su permanencia en la Catedral hasta la finalización de las Fiestas de Primavera (periodo festivo de la capital que tiene lugar tras la Semana Santa, y en el cual se realiza la ofrenda floral a las puertas de la Catedral y la solemne procesión con la imagen por las calles del casco antiguo); y otra en septiembre con motivo de su festividad (que se conmemora el domingo siguiente al día 8 de dicho mes, día en el que se realiza la Procesión Claustral y la Misa Pontifical en el interior de la Catedral. El martes siguiente a la onomástica tiene lugar el principal traslado, la romería con la que la Fuensanta vuelve a su Santuario).


LA ROMERÍA


Los alrededores de la Catedral, que permanece abierta toda la noche del lunes al martes, empiezan a llenarse de fieles que esperan la salida de la Virgen. También a las inmediaciones del Santuario llegan los primeros romeros, que pasan la noche en el monte esperando a la Virgen. Al amanecer y tras una misa de despedida, Ntra. Sra. de la Fuensanta sale de la Catedral, para emprender el camino al santuario. El trono es llevado por los romeros, sucediéndose las tradicionales "lluvias de pétalos", desde los balcones del recorrido. Entrada la tarde, La Fuensanta llega al pié de su sierra, donde ya sólo faltan las llamadas "Siete Cuestas" que la separan del Santuario; esas rampas son ascendidas por muchos romeros de rodillas, o descalzos. Y desde las puertas del Santuario, la Virgen es vuelta a la ciudad en señal de despedida.




HIMNO DE LA CORONACIÓN DE LA VIRGEN DE LA FUENSANTA.

Letra del poeta Jara Carrillo.


"¡Virgen de la Vega!

Reina del grandioso milagro de flores

que llena los templos de incienso oloroso

y enciende en las almas sus bellos amores.


Yo no sé qué tiene tu cara morena,

que lloran los ojos a su claridad.

¡Divina magnolia, fragante azucena

que llena de aromas toda la Ciudad!


¡Flor de nuestra Vega!

De efluvios serranos que son bendiciones.

Rosa cuyo cáliz forman los murcianos

con los tiernos pétalos de sus corazones.


Beso de los labios que sienten anhelos

de misericordia, conjuro del mal.

Estrella que un día cayó de los cielos

para que en la Vega florezca el rosal.


La Torre, como un vigía,

con sus ojos de hito en hito,

mirando está noche y día

tu Santuario bendito.


Eres, Fuensanta, el consuelo

de este murciano jardín.

¡Oración que sube al Cielo

pasa por tu Camarín!"

miércoles, 1 de septiembre de 2010

Invocación a la Virgen

María, hija de Israel, tú has proclamado la misericordia ofrecida a los hombres, de edad en edad, por el amor misericordioso del Padre.


María, Virgen Santa, Sierva del Señor, tú has llevado en tu seno el fruto precioso de la Misericordia divina.




María, tú que has guardado en tu corazón las palabras de salvación, testimonias ante el mundo la absoluta fidelidad de Dios a su amor.




María, tú que seguiste a tu Hijo Jesús hasta el pie de la cruz con el fiat de tu corazón de madre, te adheriste sin reserva al servicio redentor.



María, Madre de misericordia, muestra a tus hijos el Corazón de Jesús, que tú viste abierto para ser siempre fuente de vida.




María, presente en medio de los discípulos, tú haces cercano a nosotros el amor vivificante de tu Hijo resucitado.



María, Madre atenta a los peligros y a las pruebas de los hermanos de tu Hijo, tú no cesas de conducirles por el camino de la salvación



Juan Pablo II