jueves, 31 de octubre de 2013

¿Cuándo, señor, tendré el gozo de verte?


¿Cuándo, Señor, tendré el gozo de verte?
¿Por qué para el encuentro deseado
tengo que soportar, desconsolado,
el trágico abandono de la muerte?


Padre mío, ¿me has abandonado?
Encomiendo mi espíritu en tus manos.
Los dolores de muerte sobrehumanos
dan a luz el vivir tan esperado.


Se acabaron la lucha y el camino,
y, dejando el vestido corruptible,
revistióme mi Dios de incorruptible.


A la noche del tiempo sobrevino
el día del Señor; vida indecible,
aún siendo mía, es ya vivir divino.

Amén.



Fuente: liturgia de las horas

sábado, 26 de octubre de 2013

Preces por los difuntos II


Oremos al Señor Jesús, que transformará nuestro cuerpo frágil en cuerpo glorioso como el suyo, y digámosle:

Tú, Señor, eres nuestra vida y nuestra resurrección.

¡Oh Cristo, Hijo de Dios vivo, que resucitaste de entre los muertos a tu amigo Lázaro!, lleva a una resurrección de vida a los difuntos que rescataste con tu sangre preciosa.

¡Oh Cristo, consolador de afligidos, que ante el dolor de los que lloraban la muerte de Lázaro, del joven de Naín y de la hija de Jairo, acudiste compasivo a enjugar sus lágrimas!, consuela también ahora a los que lloran la muerte de sus seres queridos.

¡Oh Cristo, Salvador!, destruye en nuestro cuerpo mortal el dominio del pecado por el que merecimos la muerte, para que obtengamos en ti la vida eterna.

¡Oh Cristo, Redentor!, mira a los que, por no conocerte, viven sin esperanza, para que crean también ellos en la resurrección de los muertos y en la vida del mundo futuro.

Tú, que al dar la vista al ciego de nacimiento hiciste que pudiera mirarte, descubre tu rostro a los difuntos que todavía carecen de tu resplandor.

¡Oh Cristo, siempre vivo para interceder por nosotros y por todos los hombres!, enséñanos a ofrecer el sacrificio de la alabanza por los difuntos para que sean absueltos de sus pecados.

Tú, Señor, que permites que nuestra morada corpórea sea destruida, concédenos una morada eterna en los cielos.


Padre nuestro...

sábado, 19 de octubre de 2013

Rosario de alabanzas a las llagas del Salvador


1. Señal de la cruz y beso al crucifijo.

2. Padrenuestro.

3. Introducción.

“Vosotros, todos los que pasáis por el camino, mirad y ver si hay dolor como mi dolor”. “Taladraron mis manos y mis pies. Puedo contar todos mis huesos”. “Abrieron su boca contra mí”. “Y aumentaron el dolor de mis llagas”.

 4. Ofrecimiento a Jesús, redentor del mundo.

Jesús mío, cada vez que mis ojos te contemplan en la cruz, me embarga la tristeza, porque tus llagas, heridas y tu Sangre derramada, me recuerdan lo mucho que me amas y lo poco que yo te amo. Señor, perdona mi ingratitud a tan gran prueba de amor, y acepta, de este ingrato pecador, este Rosario de alabanzas para compensar, de algún modo, los sufrimientos y dolores de tu pasión. También te ofrezco mi vida, pues Tú, redentor mío, pagaste un precio muy alto con tu pasión.

5. Oración a Nuestra Señora del Monte Calvario.

Virgen María, Madre dolorosa, te suplico, que por tu intercesión, acepte tu hijo, mi Señor, este mi pobre obsequio y sirva para compensar los horrendos dolores que padeció en la cruz por el amor y la salvación de los hombres. AMEN

6. Alabanzas a las Santísimas Llagas de Jesucristo.

Benditas sean las heridas y llagas de tu flagelación.
Benditas sean las llagas de tu cabeza coronada de espinas.
Benditas sean las llagas de tus hombros llevando la cruz.
Bendita sea la llaga de tu mano izquierda traspasada.
Bendita sea la llaga de tu mano derecha clavada en la cruz.
Bendita sea la llaga de tu pie izquierdo taladrado.
Bendita sea la llaga de tu pie derecho atravesado.
Bendita sea la llaga de tu costado perforado por una lanza.
Benditas sean todas las llagas de tu pasión.
Bendita sea tu preciosa sangre derramada por nuestra redención.

Gloria al padre creador de todo. Gloria al hijo, redentor del mundo. Gloria al Espíritu Santo, Santificador. Gloria a la Santísima Trinidad. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. AMEN.

7. Ofrecimiento al Eterno Padre.

Eterno creador de todas las cosas, yo te ofrezco las llagas y la preciosa sangre derramada de tu hijo amado. Nuestro Señor, en expiación de mis pecados y de los de todos los hombres. Padre, te suplico, no tengas en cuenta nuestras ofensas y que por tu bondad y misericordia, alcancemos de Ti el perdón de nuestros pecados y poder gozar de la vida eterna en el cielo. Por Jesucristo, nuestro Señor.

8. Cántico de San Pedro.

Cristo sufrió por vosotros.
Dejándoos un modelo.
Para que sigáis sus huellas.

“El no cometió pecado
ni encontraron mentira en sus labios”;
cuando los insultaban
no devolvía el insulto,
mientras padecía no profería amenazas;
al contrario,
se ponía en manos del que juzga rectamente.

Él en su persona subió nuestros pecados a la cruz,
para que nosotros muramos a los pecados
y vivamos para la honradez:

“sus llagas os curaron”

viernes, 11 de octubre de 2013

Oración al Espíritu Santo de S. Josemaría


¡Ven, oh Santo Espíritu!
ilumina mi entendimiento, para conocer tus mandatos;
fortalece mi corazón contra las insidias del enemigo; inflama mi voluntad…

He oído tu voz, y no quiero endurecerme y resistir, diciendo: después, mañana. Nunc coepi! ¡Ahora!, no vaya a ser que el mañana me falte.

¡Oh, Espíritu de verdad y sabiduría, Espíritu de entendimiento y de consejo, Espíritu de gozo y paz!: quiero lo que quieras, quiero porque quieres, quiero como quieras, quiero cuando quieras..


(Josemaría Escrivá de Balaguer )

sábado, 5 de octubre de 2013

Oración a Santa Faustina


Oh Jesús, que hiciste de Santa Faustina una gran devota de tu infinita misericordia, concédeme por su intercesión, si fuere esto conforme a tu santísima voluntad, la gracia de............................., que te pido.

Yo, pecador, no soy digno de tu misericordia, pero dígnate mirar el espíritu de entrega y sacrificio de Sor Faustina y recompensa sus virtudes atendiendo las súplicas que a través de ella te presento confiando en tí.

Padre nuestro...
Ave María...
Gloria...


Santa Faustina, ruega por nosotros. 

viernes, 4 de octubre de 2013

Bendecid al Señor

Señor, bendecid al Señor, ensalzadlo con himnos por los siglos.

Ángeles del Señor, bendecid al Señor; cielos, bendecid al Señor.

Aguas del espacio, bendecid al Señor; ejércitos del Señor, bendecid al Señor.

Sol y luna, bendecid al Señor; astros del cielo, bendecid al Señor.

Lluvia y rocío, bendecid al Señor; vientos todos, bendecid al Señor.

Fuego y calor, bendecid al Señor; fríos y heladas, bendecid al Señor.

Rocíos y nevadas, bendecid al Señor; témpanos y hielos, bendecid al Señor.

Escarchas y nieves, bendecid al Señor; noche y día, bendecid al señor.

Luz y tinieblas, bendecid al Señor; rayos y nubes, bendecid al Señor.

Bendiga la tierra al Señor, ensálcelo con himnos por los siglos.

Montes y cumbres, bendecid al Señor; cuanto germina en la tierra, bendiga al Señor.

Manantiales, bendecid al Señor; mares y ríos, bendecid al Señor.

Cetáceos y peces, bendecid al Señor; aves del cielo, bendecid al Señor. Fieras y ganado, bendecid al Señor, ensalzadlo con himnos por los siglos.

Hijos de los hombres, bendecid al Señor; bendiga Israel al Señor.

Sacerdotes del Señor, bendecid al Señor; siervos del Señor, bendecid al Señor.

Almas y espíritus justos, bendecid al Señor; santos y humildes de corazón, bendecid al Señor.

Ananías, Azarías y Misael, bendecid al Señor, ensalzadlo con himnos por los siglos.

Bendigamos al Padre al Hijo y al Espíritu Santo, ensalcémoslo con himnos por los siglos.


Bendito el Señor en la bóveda del cielo, alabado y glorioso y ensalzado por los siglos. Amén