Ser Reina del cielo vos,
Virgen, mucho os engrandece;
mas, pues Dios os obedece,
yo os llamo Reina de Dios.
Por esclava os sujetasteis
del que eternamente reina,
y en el mismo punto,
Reina de su mismo amor quedasteis.
Hoy Cristo reina por vos,
y así vuestro ser merece que,
pues Dios os obedece,
yo os llame Reina de Dios.
Alonso de Bonilla (ss. XVI-XVII)