domingo, 28 de noviembre de 2010

Pregón de Adviento

Preparad vuestros corazones, y Dios los llenará con su alegría.
Allanada vuestros caminos, y el Señor os conducirá hacía la verdad.
Abrid vuestros hogares, y Jesús, los inundará con su presencia.

¡ES ADVIENTO!

Viene el Señor y, tal vez, no nos preguntamos por qué ni para qué viene.
Aparecerá el Señor, por y para los hombres de buena voluntad.
Para todo aquel que, mirando hacia el cielo, desee nueva vida y un amor de infinito valor.

¡ES ADVIENTO!

Dios y el hombre, por iniciativa del primero, están llamados a fundarse en un Jesús humano. Dios, en búsqueda del hombre, desciende a su encuentro si sabe esperarle.



¡ES ADVIENTO!

Y, sólo velando, meditando, reflexionando, divisando el inmenso horizonte podremos descubrir y añorar la llegada del Salvador.

Sólo estando atentos, sin distracciones, sin excusas, en permanente vigilancia, podremos comprender que, más pronto que tarde, el Señor se presenta en la puerta.


¡ES ADVIENTO!

Es Dios que llama al hombre a la LUZ

(P. Javier Leoz)

sábado, 27 de noviembre de 2010

Conocimientos básicos de un Católico

LOS MANDAMIENTOS DE LA LEY DE DIOS

Dios dio los Diez Mandamientos a Moisés, y Jesucristo los confirmó y perfeccionó con su palabra y con su ejemplo.

Los Diez Mandamientos de la Ley de Dios son:

1º Amarás a Dios sobre todas las cosas.
2º No tomarás el Nombre de Dios en vano.
3º Santificarás las fiestas.
4º Honrarás a tu padre y a tu madre.
5º No matarás.
6º No cometerás actos impuros.
7º No robarás.
8º No dirás falso testimonio ni mentirás.
9º No consentirás pensamientos ni deseos impuros.
10º No codiciarás los bienes ajenos

En definitiva, todos los Mandamientos se resumen en dos: amar a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a uno mismo, y más aún, como Cristo nos amó.


 
LAS BIENAVENTURANZAS

Expresan cómo debe ser la vida del cristiano, dónde está su verdadera realización

1.      Bienaventurados los pobres de espíritu, porque de ellos es el Reino de los cielos.
2.      Bienaventurados los que lloran, porque ellos serán consolados.
3.      Bienaventurados los mansos porque ellos poseerán la tierra.
4.      Bienaventurados los hambrientos y sedientos de Santidad, porque ellos serán saciados.
5.      Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos conseguirán la misericordia.
6.      Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios.
7.      Bienaventurados los que trabajan por la paz, porque ellos serán llamados hijos de Dios.
8.      Bienaventurados los perseguidos a causa de la santidad, porque de ellos es el reino de los cielos.

Bienaventurados ustedes cuando los maldijeren y persiguieren y dijeren, mintiendo, todo mal contra ustedes por mi causa. Alégrense, porque la recompensa de ustedes será grande en los cielos

LOS DONES DEL ESPIRITU

1.      Sabiduría: gusto para lo espiritual, capacidad de juzgar según la medida de Dios
2.      Inteligencia (Entendimiento): Es una gracia del Espíritu Santo para comprender la Palabra de Dios y profundizar las verdades reveladas
3.      Consejo: Ilumina la conciencia en las opciones que la vida diaria le impone, sugiriéndole lo que es lícito, lo que conviene más al alma
4.      Fortaleza: Fuerza sobrenatural que sostiene la virtud moral de la fortaleza.  Para obrar valerosamente lo que Dios quiere de nosotros, y sobrellevar las contrariedades de la vida. Supera la timidez y la agresividad
5.      Ciencia: Nos da a conocer el verdadero valor de las criaturas en su relación con el Creador
6.      Piedad: Sana nuestro corazón de todo tipo de dureza y lo abre a la ternura para con Dios y para con los hermanos. 
7.      Temor de Dios: Temor a ofender a Dios, humildemente reconociendo nuestra debilidad.

LOS FRUTOS DEL ESPIRITU SANTO

Son perfecciones que forma en nosotros el Espíritu Santo como primicias de la gloria eterna.

1.      Caridad. Es el amor del Padre y del Hijo
2.      Gozo. Nace de la posesión de Dios
3.      Paz. Mantiene al alma en la posesión de la alegría contra todo lo que es opuesto
4.      Paciencia. Modera la tristeza  
5.      Mansedumbre. Modera la cólera
6.      Bondad. Inclinación que lleva a ocuparse de los demás
7.      Benignidad. Dulzura consiste en tratar a los demás con gusto
8.      longanimidad o perseverancia. Nos ayudan a mantenernos fieles al Señor a largo plazo.
9.      Fe. Facilidad para aceptar todo lo que hay que creer
10.  Modestia. Regula los movimientos del cuerpo, los gestos y las palabras
11.  templanza. Refrena la desordenada afición de comer y de beber.
12.  Castidad. Regula o cercena el uso de los placeres de la carne


LAS VIRTUDES TEOLOGALES Y MORALES

VIRTUDES TEOLOGALES:

1.      Fe (virtud por la cual creemos en Dios)
2.      Esperanza, (esperamos de Dios, con una firme confianza, la vida eterna) 
3.      Caridad, (virtud por la cual amamos a Dios sobre todas las cosas y a nuestro prójimo como a nosotros mismos)

VIRTUDES HUMANAS, llamadas también virtudes morales, son disposiciones de la voluntad que ordenan nuestras pasiones y guían nuestra conducta.

1.      Prudencia, (virtud que dispone para discernir, en toda circunstancia, nuestro verdadero bien)
2.      Justicia, (constante y firme voluntad de dar a Dios y al prójimo lo que les es debido)
3.      Fortaleza, (constancia en la práctica del bien)
4.      Templanza. (virtud que modera la atracción hacia los placeres y procura la moderación en el uso de los bienes)

LAS OBRAS DE MISERICORDIA

ESPIRITUALES

1.      Enseñar al que no sabe.
2.      Dar buen consejo al que lo necesita.
3.      Corregir al que yerra.
4.      Perdonar las injurias.
5.      Consolar al triste.
6.      Sufrir con paciencia los defectos del prójimo.
7.      Rogar a Dios por los vivos y difuntos

CORPORALES

1.      Visitar y cuidar a los enfermos.
2.      Dar de comer al hambriento.
3.      Dar de beber al sediento.
4.      Dar posada al peregrino.
5.      Vestir al desnudo.
6.      Redimir al cautivo.
7.      Enterrar a los muertos

LOS PECADOS CAPITALES

1-Soberbia. Deseo de alto honor y gloria       
2-Avaricia . Deseo de acaparar riquezas       
3- Lujuria . Apetito sexual                    
4- Ira  . Sentido emocional de desagrado, suscitado por un daño real o aparente       
5- Gula . Deseo desordenado por el placer conectado con la comida o la bebida      
6- Envidia . Tristeza ante las cualidades, bienes o logros de otro       
7- Pereza . Desgana por obrar en el trabajo o por responder a los bienes espirituales            

LOS MANDAMIENTOS DE LA IGLESIA

1.      Oír Misa entera todos los domingos y feriados religiosos de precepto.
2.      Confesar los pecados mortales, por lo menos una vez al año, cuando se a de comulgar y en peligro de muerte.
3.      Comulgar una vez al año, preferentemente en tiempo pascual.
4.      Ayunar y abstenerse de comer carne cuando lo manda la Santa Madre Iglesia.
5.      Contribuir al sostenimiento de la Iglesia, en la medida de las posibilidades de cada uno

LOS SACRAMENTOS

Son signos eficaces de la gracia, instituidos por Jesucristo y confiados a la Iglesia, por los cuales no es dispensada la vida divina

Los sacramentos son siete:
1.      Bautismo
2.      Confirmación
3.      Eucaristía
4.      Penitencia
5.      Unción de los enfermos
6.      Orden sacerdotal
7.      Matrimonio

PASOS PARA UNA BUENA CONFESIÓN

La Iglesia nos propone cinco pasos a seguir para hacer una buena confesión

1. Examen de Conciencia. Ponernos ante Dios que nos ama y quiere ayudarnos. Analizar nuestra vida y abrir nuestro corazón sin engaños. Puedes ayudarte de una guía para hacerlo bien.

2. Arrepentimiento. Sentir un dolor verdadero de haber pecado porque hemos lastimado al que más nos quiere: Dios.

3. Propósito de no volver a pecar. Si verdaderamente amo, no puedo seguir lastimando al amado. De nada sirve confesarnos si no queremos mejorar. Podemos caer de nuevo por debilidad, pero lo importante es la lucha, no la caída.

4. Decir los pecados al confesor. El Sacerdote es un instrumento de Dios. Hagamos a un lado la “vergüenza” o el “orgullo” y abramos nuestra alma, seguros de que es Dios quien nos escucha.

5. Recibir la absolución y cumplir la penitencia. Es el momento más hermoso, pues recibimos el perdón de Dios. La penitencia es un acto sencillo que representa nuestra reparación por la falta que cometimos

domingo, 21 de noviembre de 2010

El silencio interior

El silencio significa:

La capacidad de pensar sin cabeza,
La capacidad de volar sin alas,
La capacidad de caminar sin pies,
La capacidad de observar sin perturbar,
La capacidad de escuchar sin interrumpir,
La capacidad de palpar sin crear incomodidad.
La capacidad de disfrutar la flor sin robarle
Su aroma y sobre todo la capacidad de entrar en ti y ver tu realidad.

La verdad solo se puede conocer en absoluto silencio.

No solo el silencio de afuera es necesario, también el silencio interior.

Si al cerrar tus ojos tu mente está en silencio la puerta está abierta para conocer la realidad que te anima a vivir.

Esa única realidad que llena tu alma de luz y claridad.

Sin el silencio tu alma no tiene claridad, no tiene luz.

El silencio es la atmósfera que el amor necesita para que tu alma brille.

El silencio en un lado y el amor en el otro le dan alas a tu corazón.

Esa belleza y esa armonía han sido perdidas debido a la ira, al orgullo etc. Esto es lo que significa la falta de silencio.

Todas las preguntas están listas para ser  respondidas, sin importar que profundas sean.

Simplemente entra en la paz del silencio, calma ese mar de deseos, ese mar de ilusiones, deja que la calma te invada, deja que el silencio te posea, en ese momento lo viejo desaparece y lo nuevo nace en ti.

Recuerda el silencio es el vientre de donde nacen los sabios.

Si deseas adquirir sabiduría, vuelve a nacer en medio del silencio.

Solo así encontrarás tu razón de ser, la razón por la cual has nacido.

Siéntate cómodamente, observa a tu alrededor, no juzgues, detente en tu afán, observa de nuevo, comprende que tu vida es un tesoro, deja tus preocupaciones a un lado.

No hay necesidad de llevar un equipaje pesado, ya tu corazón tiene lo que necesitas en este viaje maravilloso que es tu vida.

Deja el temor y permite que el silencio te posea, solo en esa inmensidad podrás escuchar la voz de Dios dentro de ti llamándote a vivir plenamente, llamando para darte a conocer todos los misterios del universo.

Y no solamente esto, también esa voz quiere darte a conocer el secreto de la vida eterna, pero cuidado, no creas en promesas, haz que esta se convierta en tu única realidad

Sólo en profundo silencio podrás comprender lo que significa todo esto y sobre todo el estar vivo.

Que tus silencios te muestren un camino de felicidad y de riqueza espiritual.


(Felipe de Urca)

sábado, 13 de noviembre de 2010

Sagrado Corazón de Jesús

PROMESAS DEL CORAZÓN DE JESÚS A SUS DEVOTOS.

Les daré todas las gracias necesarias en su estado.
Daré paz a sus familias.
Les consolaré en todas sus penas.
Seré su refugio seguro durante la vida, y sobre todo a la hora de la muerte.
Derramaré abundantes bendiciones sobre todas sus empresas.
Los pecadores hallarán en mi Corazón el océano infinito de la misericordia.
Las almas tibias se harán fervorosas.
Las almas fervorosas se elevarán rápidamente a la más alta perfección.
Bendeciré las casas y sitios en que la imagen de mi corazón sea venerada.
Daré a los sacerdotes el talento de conmover los corazones más endurecidos.
Las personas que propaguen esta devoción tendrán escrito su nombre en mi Corazón y no será borrado jamás.

LA GRAN PROMESA. “yo te prometo, en la excesiva misericordia de mi Corazón, que mi amor todopoderoso concederá a cuantos comulguen los nueve primeros viernes de mes seguidos, la gracia de la penitencia final: que no morirán en mi desgracia, ni sin recibir los sacramentos (al menos los que les sean necesarios para recuperar la gracia perdida), sirviéndoles mi Corazón de asilo seguro en aquella hora postrera”.
NOVENA DE LA CONFIANZA.

Sagrado Corazón de Jesús,
por medio de mi Madre Santísima,
en Vos pongo toda mi confianza,
y aunque todo lo temo de mi debilidad,
todo lo espero de tu bondad.

A tu corazón confío…. (Exponer la petición)
Míralo, después haz lo que tu Corazón te diga,
deja obrar a tu Corazón.
¡Jesús mío, yo cuento contigo,
yo me fío de ti,
yo me entrego a ti,
yo estoy seguro de tu Corazón!

Sagrado Corazón de Jesús, en Vos confío (repetir tres veces)


ORACIÓN AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS.

Señor Jesucristo que dijiste: “pedir y recibiréis; buscad y encontraréis; llamad y se os abrirá; porque todo el que pide recibe, y el que busca encuentra, y a quien llama se le abre”. Tus palabras me infunden confianza, sobre todo en los momentos de necesidad.

(Se ora en silencio, presentando la intención por la que se desea pedir).

¿A quién he de pedir, sino a Ti, cuyo corazón es un manantial inagotable de todas las gracias y dones?, ¿Dónde he de buscar sino en el tesoro de tu corazón, que es misericordioso?, ¿A dónde he de llamar sino a la puerta de ese Corazón Sagrado, a través del cual Dios viene a nosotros, y por medio del cual vamos a Dios?.

A ti acudimos, Corazón de Jesús, porque en Ti encontramos consuelo, cuando afligidos pedimos protección; cuando cansados por el peso de nuestra cruz, buscamos ayuda; cuando la angustia, la enfermedad, la soledad o el fracaso nos impulsan a buscar una fuerza superior a las fuerzas humanas.

Creo firmemente en Ti, en tu Misericordia que no tiene límites y confío en tu Corazón compasivo.

Quiero que mi corazón esté lleno de la confianza con que oró el centurión romano a favor de su criado; de la confianza con que oraron las hermanas de Lázaro, los leprosos, los ciegos, los paralíticos que se acercaban a Ti porque sabían que tus oídos y tu Corazón estaban siempre abiertos para oír y remediar sus males.

Concédeme mirar las cosas, mi situación, mis problemas, mi vida entera, desde otro ángulo, con más espíritu de fe.

Deseo amarte, adorarte y servirte, oh buen Jesús. Amén

Padre Nuestro, Ave María, Gloria al Padre.
Sagrado Corazón de Jesús, en Ti confío (repetir 3 veces)

sábado, 6 de noviembre de 2010

Oración simple de San Francisco








Oh Señor, haz de mi un instrumento de tu paz:
Donde hay odio, que yo lleve el Amor.
Donde hay ofensa, que yo lleve el Perdón.
Donde hay discordia, que yo lleve la Unión.
Donde hay duda, que yo lleve la Fe.
Donde hay error, que yo lleve la Verdad.
Donde hay desesperación, que yo lleve la Esperanza.
Donde hay tristeza, que yo lleve  la Alegría.
Donde están las tinieblas, que yo lleve la Luz.

Oh Maestro, haced que yo no busque tanto:
A ser consolado, sino a consolar.
A ser comprendido, sino a comprender.
A ser amada, sino a amar.

Porque:
Es: dando, que se recibe.
Perdonando, que se es perdonado.
Muriendo, que se resucita a la Vida Eterna.