viernes, 30 de marzo de 2012

Semana Santa

Se celebra al final de la cuaresma, en la que se recuerda la pasión, muerte y resurrección de Jesús.

Domingo de Ramos

Jesús entra en Jerusalén, y nosotros lo aclamamos con ramos y palmas.

Juan 12, 12.
12 Al día siguiente, al enterarse la numerosa  muchedumbre que había llegado para la fiesta, de que Jesús se dirigía a Jerusalén,
13 tomaron ramas de palmera y salieron a su encuentro gritando: «¡ Hosanna! ¡Bendito el que viene en nombre del Señor, y el Rey de Israel!»
14 Jesús, habiendo encontrado un borriquillo, se montó en él, según está escrito:
15 No temas, hija de Sión; mira que viene tu Rey montado en un pollino de asna.

Lunes Santo

Jesús echa a los que negocian en el Templo de Dios que es casa de oración

Mateo 21,12
12 Entró Jesús en el Templo y echó fuera a todos los que vendían y compraban en el Templo; volcó las mesas de los cambistas y los puestos de los vendedores de palomas.
13 Y les dijo: «Está escrito: Mi Casa será llamada Casa de oración. ¡Pero vosotros estáis haciendo de ella una cueva de bandidos!»

Martes Santo

Durante la cena en casa de Simón, María arroja un perfume sobre los pies de Jesús, luego los besa y seca con sus  cabellos. 

Mateo 26, 6
6 Hallándose Jesús en Betania, en casa de Simón el leproso,
7 se acercó a él una mujer que traía un frasco de alabastro, con perfume muy caro, y lo derramó sobre su cabeza mientras estaba a la mesa.

Miércoles Santo

Judas, se ofrece a entregar a Jesús a cambio  de 30 monedas de plata

Mateo 26, 14
14 Entonces uno de los Doce, llamado Judas Iscariote, fue donde los sumos sacerdotes,
15 y les dijo: «¿Qué queréis darme, y yo os lo entregaré?» Ellos le asignaron treinta monedas de plata.
16 Y desde ese momento andaba buscando una oportunidad para entregarle.

Jueves Santo

Jesús lava los pies de sus discípulos, para invitarnos a amar como él ha amado. Y nos deja el gozoso don de la eucaristía, porque quiere estar siempre con nosotros.

Lucas 22,19
19 Tomó luego pan, y, dadas las gracias, lo partió y se lo dio diciendo: Este es mi cuerpo que es entregado por vosotros; haced esto en recuerdo mío.»
20 De igual modo, después de cenar, tomo la copa, diciendo: «Esta copa es la Nueva Alianza en mi sangre, que es derramada por vosotros».

Viernes Santo

Jesús muere en la cruz, por fidelidad al camino de Dios, por fidelidad a todo lo que ha hecho y enseñado. Y así nos abre, a nosotros y a toda la humanidad, la puerta de la vida para siempre.

Lucas 23,46
46 y Jesús, dando un fuerte grito, dijo: «Padre, en tus manos pongo mi espíritu» y, dicho esto, expiró.

Sábado Santo

Se recuerda el día que pasó entre la muerte y la Resurrección de Jesús. Es un día de luto y tristeza pues no tenemos a Jesús entre nosotros.

Domingo de Resurrección

Es el día más importante y más alegre para todos nosotros, ya que Jesús venció a la muerte y nos dio la vida.

Juan 2,22
22 Cuando resucitó, pues, de entre los muertos, se acordaron sus discípulos de que había dicho eso, y creyeron en la Escritura y en las palabras que había dicho Jesús.

viernes, 23 de marzo de 2012

Oración contra el aborto

Padre Celestial, que nos has dado el don de la libertad para amar y seguir tus caminos y mandamientos; perdona a aquellos padres que abusando de esa libertad, destruyen el don de la vida que tú les has dado a sus hijos.

Perdona a aquellos que destruyen la vida humana
abortando al hijo que esperaban.

Dales a estos niños que no llegaron a nacer, la oportunidad de gozar tu presencia por toda la eternidad.

Ayúdame a solidarizarme con tus pequeños, aceptando de corazón la palabra de tu Hijo: "Cuantas veces hicisteis eso a uno de mis hermanos menores, a mí me lo hicisteis." (Mt. 25:40).

Permíteme, entonces, Padre, adoptar hoy espiritualmente a un niño no nacido que está en peligro de ser abortado, y ofrecer mis oraciones, trabajos, gozos y sufrimientos por ese pequeño, para que pueda nacer y vivir para Tu mayor honor y gloria.

Te lo pido en nombre de Cristo tu único hijo, en unión con el Espíritu Santo, que es Dios, por los siglos de los siglos.

Amén

viernes, 16 de marzo de 2012

Súplica a San José

José dulcísimo y Padre amantísimo de mi corazón, a ti te elijo como mi protector en vida y en muerte; y consagro a tu culto este día, en recompensa y satisfacción de los muchos que vanamente he dado al mundo, y a sus vanísimas vanidades.

Yo te suplico con todo mi corazón que por tus siete dolores y gozos me alcances de tu adoptivo Hijo Jesús y de tu verdadera esposa, María Santísima, la gracia de emplearlos a mucha honra y gloria suya, y en bien y provecho de mi alma.

Alcánzame vivas luces para conocer la gravedad de mis culpas, lágrimas de contrición para llorarlas y detestarlas, propósitos firmes para no cometerlas más, fortaleza para resistir a las tentaciones, perseverancia para seguir el camino de la virtud; particularmente lo que te pido en esta oración (hágase aquí la petición) y una cristiana disposición para morir bien.

Esto es, Santo mío, lo que te suplico; y esto es lo que mediante tu poderosa intercesión, espero alcanzar de mi Dios y Señor, a quien deseo amar y servir, como tú lo amaste y serviste siempre, por siempre, y por una eternidad.

Amén.

Devocionario Católico - http://www.devocionario.com

viernes, 9 de marzo de 2012

Viacrucis de los indefensos

1ª ESTACIÓN: Jesús condenado a muerte

Tu, Señor, eres condenado a muerte por amor al hombre.

Yo lo soy por falta de amor.

2ª ESTACIÓN: Jesús es cargado con la Cruz

También a mi me  han cargado con la cruz de ser indeseado.

Todos me maldicen: “¡Tienes que ser eliminado!”.

3ª ESTACIÓN: Jesús cae por primera vez

Tu caes por los pecados de la humanidad.

Yo, por  una “caída” de otros, soy considerado un pecado. Tengo que caer por el supuesto error de un embarazo no deseado.

4ª ESTACIÓN: Encuentro de Jesús con su Madre

¡Qué doloroso, Señor! ¡Yo nunca tendré ese encuentro!

!Estoy encarcelado en el vientre de mi madre y ella me quiere matar!

5ª ESTACIÓN: El Cirineo le ayuda a llevar la Cruz

Alguien te ayuda a cargar la cruz.

!No hay Cirineo para mi! !Me enfrento yo solo a la  muerte!

6ª ESTACIÓN: Jesús consuela al las Mujeres

¿Quién me dará una Verónica que me consuele en mi condena? ¡Nadie conoce mi situación!

¿Conseguirá la “ley” silenciar a los cristianos?

7ª ESTACIÓN: Jesús cae por segunda vez

¡Es tan fácil matarme porque soy  pequeño!

Mi padre hace cálculos: ¿cuánto voy a costarle si vivo?

¡Mi muerte le sale “mucho mas barata”!, !Tengo que caer!

8ª ESTACIÓN: Jesús consuela a las santas mujeres

¿De qué sirven, Señor, las lágrimas de las mujeres?

!No podrán impedir que me maten!

Legalizada mi muerte, ¿dónde queda el NO MATARÁS?

9ª ESTACIÓN: Jesús cae por tercera vez

La decisión está tomada: !tengo que morir!

Se confirman los cálculos: !no hay lugar para mi! 
 
No hay un pedazo de pan para mí en este valle de lágrimas.

10ª ESTACIÓN: Jesús es despojado de sus vestiduras

A ti te despojan de tus vestiduras... yo nunca tendré ropas.

Mi piel es mi única vestidura y, seguramente, me la arrancarán.

11ª ESTACIÓN: Jesús es crucificado

A ti te cuelgan de una cruz... a mí me parten en pedazos.

También “contarán todos mis trozos” para tener la certeza de que ninguno infectará a mi madre

12ª ESTACIÓN: Jesús muere en la cruz

Tú mueres... yo también. Tú eres inocente... yo también.

¡Acuérdate de mí cuando estés en tu Reino! Tu Reino es de Vida Eterna.

13ª ESTACIÓN: Jesús es bajado de la cruz

Muerto, reposarás tranquilo en los brazos del Padre...

A mí, al morir, me renuevan la maldición... porque me  convierten en una carga de conciencia y no en un bello recuerdo.

14ª ESTACIÓN: Jesús es colocado en el sepulcro

A ti te ofrecen un sepulcro nuevo... a mí, una sucia bolsa de basura.

Así esperaré hasta el Juicio Final. Allí, tristemente, me veré obligado a ejercer de acusador contra mis padres.

FRANCISCO Y CLARA

viernes, 2 de marzo de 2012

La hora para el buen amigo

Ésta es la hora para el buen amigo,
llena de intimidad y confidencia,
y en la que, al examinar nuestra conciencia,
igual que siente el rey, siente el mendigo.

Hora en que el corazón encuentra abrigo
para lograr alivio a su dolencia
y, al evocar la edad de la inocencia,
logra en el llanto bálsamo y castigo.

Hora en que arrullas, Cristo, nuestra vida
con tu amor y caricia inmensamente
y que a humildad y a llanto nos convida.

Hora en que un ángel roza nuestra frente
y en que el alma, como cierva herida,
sacia su sed en la escondida fuente. Amén.

Fuente: liturgia de las horas