viernes, 6 de mayo de 2011

Bendita sea tu pureza


Bendita sea tu pureza
y eternamente lo sea,
pues todo un Dios se recrea
en tan graciosa belleza.
A ti, celestial Princesa,
Virgen sagrada María,
te ofrezco en este día
alma, vida y corazón.
Mírame con compasión,
no me dejes, Madre mía.

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