viernes, 8 de julio de 2011

Consejos

Nunca prives a nadie de la esperanza; puede ser lo único que una  persona posea.

Quien no comprende una mirada tampoco comprenderá una larga explicación.

Si te caes siete veces, levántate ocho.

La paciencia es un árbol de raíz amarga pero de frutos muy dulces.

¿Qué sentido tiene correr cuando estamos en la carretera equivocada?

Cuando te inunde una enorme alegría, no prometas nada a nadie. Cuando te domine un gran enojo, no contestes ninguna carta.

Cuando hables, procura que tus palabras sean mejores que el silencio.

El sabio puede sentarse en un hormiguero, pero sólo el necio se queda sentado en él.

Añorar el pasado es correr tras el viento.

Cuando el carro se haya roto muchos os dirán por donde no se debía pasar.

Si eres paciente en un momento de ira, escaparas a cien días de tristeza.

De lo sublime a lo ridículo no hay más que un paso.

Huye de los elogios pero trata de merecerlos.

Ganamos justicia más rápidamente, si hacemos justicia a la parte contraria.

En la vida no hay premios ni castigos, sino consecuencias.

No tomes decisiones cuando estés enojado.

No aplaces las cosas. Haz lo que sea preciso en el momento preciso.

Mira a los ojos a las personas.

Trata a los demás como quisieras ser tratado.

No cuentes todo lo que oigas, no digas todo lo que piensas.

Desecha el odio y el rencor, te hacen más daño a ti mismo que a los demás.

Hay cosas que no regresan: la palabra dicha, el tiempo transcurrido y las   oportunidades.

Piensa en positivo, los pensamientos negativos envenenan el alma.

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