miércoles, 31 de octubre de 2012

Preces por los difuntos

Oremos a Dios, Padre todopoderoso, que ha resucitado a Jesucristo de entre los muertos y vivificará también nuestros cuerpos mortales, y digámosle:

Señor, danos la vida en Cristo.

Padre santo, ya que por el bautismo hemos sido sepultados con Cristo en la muerte y con él hemos resucitado, haz que de tal forma andemos en vida nueva, que, aun después de nuestra muerte, vivamos para siempre con Cristo.

Padre providente, que nos has dado el pan vivo bajado del cielo, para que lo comamos santamente, haz que al comerlo tengamos vida eterna y resucitemos en el último día.

¡Oh Señor, que contemplas cómo caminamos desterrados y lejos de ti guiados sólo por la fe!, haz que después de nuestra muerte podamos contemplarte con alegría en la visión de tu gloria.

¡Oh Señor, que enviaste un ángel para que confortara a tu Hijo en la agonía de Getsemaní!, dígnate consolarnos en nuestro tránsito con la dulzura de tu esperanza.

Tú, que libraste a los tres jóvenes del fuego ardiente, libra también a las almas de los difuntos del castigo que sufren por sus pecados.

Dios y Señor de vivos y de muertos, que resucitaste a Cristo del sepulcro, resucita también a los difuntos, y a nosotros danos un lugar junto a ellos en tu gloria.

Padre nuestro que estás en el cielo,
santificado sea tu Nombre;
venga a nosotros tu reino;
hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día;
perdona nuestras ofensas,
como también nosotros
perdonamos a los que nos ofenden
no nos dejes caer en la tentación y,
líbranos del mal.
Amén


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