sábado, 30 de mayo de 2015

Nuestra Señora de la Ternura





¡Oh mi reina y Señora mía!

Tú sola eres el consuelo que me ha dado Dios,
Tú la guía en mi peregrinación,
Tú la fortaleza en mis débiles fuerzas,
La riqueza en mis miserias,
La liberación de mis cadenas,
La esperanza de mi salvación,
Escucha mis súplicas.

Te lo ruego, ten piedad de mis suspiros,
quiero que seas mi Reina,
y yo tu humilde esclavo.

Quiero que seas el refugio, la ayuda, la esperanza y la fortaleza de mi alma.

Por Jesucristo, nuestro Señor.

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