Sor Faustina escribió, por orden de JESÚS, en un diario, toda una serie de revelaciones divinas y experiencias místicas, a través de las cuales dio a conocer el mensaje de la Divina Misericordia. Este mensaje comenzó a extenderse al resto del mundo tras su muerte y especialmente al terminar la Segunda Guerra Mundial.
Algunos fragmentos de especial interés en este diario, son por ejemplo:
(1075) "A las almas que propagan la devoción a Mi misericordia, las protejo durante toda su vida como una madre cariñosa [protege] a su niño recién nacido y a la hora de la muerte no seré para ellas Juez sino (21) Salvador misericordioso. En esta última hora el alma no tiene nada en su defensa fuera de Mi misericordia. Feliz el alma que durante la vida se ha sumergido en la Fuente de la Misericordia, porque no la alcanzará la justicia."
(1448) "Escribe de Mi Misericordia. Di a las almas que es en el tribunal de la misericordia donde han de buscar consuelo [367]; allí tienen lugar los milagros más grandes y se repiten incesantemente. Para obtener este milagro no hay que hacer una peregrinación lejana ni celebrar algunos ritos exteriores, sino que basta acercarse con fe a los pies de Mi representante y confesarle con fe su miseria y el milagro de la Misericordia de Dios se manifestará en toda su plenitud. Aunque un alma fuera como un cadáver descomponiéndose de tal manera que desde el punto de vista humano no existiera esperanza alguna de restauración y todo estuviese ya perdido. No es así para Dios. El milagro de la Divina Misericordia restaura a esa alma en toda su plenitud. Oh infelices que no disfrutan de este milagro de la Divina Misericordia ; lo pedirán en vano cuando sea demasiado tarde."
Jesús hizo otros encargos a Sor Faustina, uno de ellos fue el de pintar una imagen para ser venerada, concretamente, le dijo “Pinta una Imagen Mía, según la visión que ves, con la Inscripción: ¡Jesús, yo confío en Ti!. Yo deseo que esta Imagen sea venerada, primero en tu capilla y después en el mundo entero. Yo prometo que el alma que honrare esta imagen, no perecerá. También le prometo victoria sobre sus enemigos aquí en la tierra, pero especialmente a la hora de la muerte. Yo, el Señor la defenderé como a Mi propia Gloria”.
A continuación muestro la imagen original de la Divina Misericordia, pintada en 1934, por E. Kazimirowski, siguiendo las instrucciones de Santa Faustina Kowalska (Polonia) y venerada por primera vez el 26 de abril de 1935, en la ceremonia que coincidió con el primer domingo después de Pascua.
La imagen tiene la inscripción: “¡Jesús, yo confío en Ti!”, “Los dos rayos significan Sangre y Agua- el rayo pálido representa el Agua que justifica a las almas; el rayo rojo simboliza la Sangre, que es la vida de las almas-.
Posteriormente en el año 2003, fue restaurada, debido al deterioro sufrido como consecuencia del mal estado de conservación.
Después de esta imagen, se han pintado otras muchas, destacando la realizada en 1944, por Adolf Hyla, muy venerada en la actualidad.
También le encargo que difundiera el rezo de la corona de la Divina Misericordia, diciéndole: “Esta oración sirve para aplacar la ira de Dios. La rezarás, … en tu rosario ordinario de la siguiente manera: al principio rezarás un Padre Nuestro, un Ave María y un Credo. Después rezarás en las cuentas grandes: “Padre Eterno yo te ofrezco el cuerpo, la sangre, el alma y la divinidad de Tu Amadísimo Hijo y Señor Jesucristo para implorar el perdón de nuestros pecados y de los del mundo entero”. En los granos pequeños: “Por su dolorosa pasión, ten misericordia de nosotros y del mundo entero”. Al final rezarás tres veces: “Santo Dios, Santo Omnipotente, Santo Inmortal, ten Misericordia de nosotros y del mundo entero”.
En el enlace muestro el rezo completo de la coronilla de la Misericordia
https://docs.google.com/fileview?id=0B-NIEF_q6xiHOTRmNzkwNGItMTIzYi00OTRiLTllODAtMGZjNDljOGE3YTk1&hl=es
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