miércoles, 26 de diciembre de 2018

Señor Santo, Padre Todopoderoso


Creador incomprensible, yo te adoro. Soy ante ti como un poco de polvo, un ser de ayer, de la hora pasada. Me basta retroceder sólo unos pocos años, y no existía todavía… Las cosas seguían su curso sin mí. Pero tú existes desde la eternidad. ¡Oh Dios!, desde la eternidad te has bastado a ti mismo, el Padre al Hijo y el Hijo al Padre. ¿No deberías también poderme bastarme a mí, tu pobre criatura?... En ti encuentro todo cuanto puedo anhelar. Me basta si te tengo…

¡Dáteme a mi como yo me doy a ti, Dios mío! ¡Dáteme tú mismo! Fortaléceme, Dios todopoderoso, con tu fuerza interior; consuélame con tu paz, que siempre permanece; sáciame con la belleza de tu rostro; ilumíname con tu esplendor increado; purifícame con el aroma de tu santidad inexpresable; déjame sumergirme en ti y dame de beber del torrente de tu gracia cuanto puede apetecer un hombre mortal, de los torrentes que fluyen del Padre y del Hijo; de la gracia de tu amor eterno y consubstancial.

domingo, 9 de diciembre de 2018

Hoy nace una clara estrella. María


Hoy nace una clara estrella,
Tan divina y celestial,
Que, con ser estrella, es tal,
Que el mismo Sol nace de ella.

De Ana y de Joaquín, oriente
De aquella estrella divina,
Sale su luz clara y digna
De ser pura eternamente:
El alba más clara y bella
No le puede ser igual,
Que con ser estrella, es tal,
Que el mismo sol nace de ella.

No le iguala lumbre alguna
De cuantas bordan el cielo,
Porque es el humilde suelo
De sus pies la blanca luna:
Nace en el suelo tan bella
Y con luz tan celestial,
Que, con ser estrella, es tal,
Que el mismo sol nace de ella