Oh, Madre mía, yo me ofrezco enteramente
a tu Inmaculado Corazón
y te consagro mi cuerpo y mi alma,
mis pensamientos y mis acciones.
Ayúdame a amar a tu hijo Jesús,
con todo mi corazón y sobre todas las cosas.
Pon mi mano en la tuya
para que este siempre contigo.
que maravilloso blog, tienes unos escritos muy bonitos. A ver cuando el ser humano se hace bueno y no le tenemos que dar tanto trabajo a Dios, Gracias y sigue así!
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