Jesús: La fe cristiana nos asegura que tú,
el unigénito de Dios, te hiciste hombre, “en todo igual a nosotros, menos en el
pecado”, pero hasta la tentación inclusive.
Al verte tentado por tres veces en el
desierto, te pido que me ayudes a vencer mis tentaciones, recurriendo a tus
palabras para alejar al tentador.
Ante la tentación de satisfacer las
exigencias y caprichos de la sociedad de consumo, haz que recuerde tu eslogan: “No
Sólo de pan vive el hombre”.
Ante la tentación de adorar a los ídolos
del poder, el tener y el parecer, recuérdame tu consigna: “Al Señor tu Dios
adorarás y a él solo darás culto”.
Ante la tentación de bajar la guardia
por creerme blindado ante los tentáculos del mal, enséñame a cumplir tu
mandato: “No tentarás al Señor tu Dios”.
Jesús, ayúdame a salir victorioso de
cualquier tentación, como tú lo hiciste.
(Rafael
de Andrés)
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