Nunca hay
que resignarse a la falta de paz.
La paz es
posible. La paz es urgente.
La paz es
la condición indispensable para una vida digna de la persona humana y de la
sociedad.
La paz es
también el mejor remedio para evitar la emigración desde el Oriente Próximo.
“Pedid la
paz para Jerusalén”, nos dice el salmo.
Oremos por
la paz en Tierra Santa.
Oremos por
la paz en el Oriente Medio.
(Benedicto XVI en el Sínodo)
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