Oh Espíritu Santo,
Amor del Padre y del Hijo,
Inspírame siempre lo que debo pensar,
lo que debo decir,
como debo decirlo,
lo que debo callar,
lo que debo escribir,
como debo actuar,
lo que debo hacer para procurar tu gloria
en bien de las almas y de mi propia santificación.
Espíritu Santo ilumina mi entendimiento
y fortifica mi voluntad,
dame agudeza para entender,
capacidad para retener,
método y facultad para aprender,
sutileza para interpretar,
gracia y eficacia para hablar,
dame acierto para empezar,
dirección al progresar
y perfección en el acabar.
Amén
Autor:
Cardenal Verdier
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