¡No empieces el día de hoy con las espinas de ayer! El
día de ayer y todos los días y años anteriores han pasado ya, están enterrados
en el tiempo. Y no puedes cambiar ya nada en ellos.
¿Te han quedado espinas? ¡No las traigas arrastrando! Porque
seguirán pinchándote cada día hasta no dejarte vivir.
Hay espinas que puedes sacudirte echándoselas en las
manos a Dios. Hay heridas de espinas que puedes curar si sabes perdonar de
veras.
Pero hay heridas que no podrás ya curar con todo el
amor de este mundo.
¡Olvídate de que existen! ¡Quita el cristal de aumento
de encima de tus calamidades!
Phil Bosmans
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