En un espacio adecuado de la casa se puede colocar también una imagen del Niño Jesús, del tamaño que parezca oportuno.
Es una imagen que nos ayuda a visualizar el misterio de la Encarnación de Dios en nuestra historia. No sólo a los niños, sino también a los mayores, nos invita a dar profundidad cristiana a este período de fiestas de la Navidad.
Bendición del papa Juan Pablo II (Notitiae 1979, p.72)
Dios, nuestro padre,
tú amaste tanto a los hombres
que nos enviaste a tu único Hijo Jesús,
nacido de la Virgen María,
para salvarnos y conducirnos a ti.
Te pedimos que, con tu bendición,
esta imagen de Jesús,
que está a punto de venir de nuevo a nosotros,
sea, en nuestra casa,
signo de tu presencia y de tu amor.
Padre bueno, danos también a nosotros tu bendición,
y a todos nuestros familiares y amigos.
Abre nuestro corazón
para que podamos recibir a Jesús con gozo,
y hacer siempre lo que él nos pide
y verlo en todos los que tienen necesidad de nuestro amor.
Te lo pedimos en el nombre de Jesús,
tu Hijo amado,
que viene para dar la paz al mundo.
El que vive y reina por los siglos de los siglos.
Amén.
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