sábado, 26 de marzo de 2016

Oración para el Sábado Santo



Yo subiré al pie de la Cruz,
me apretaré al Cuerpo frío,
cadáver de Cristo,
con el fuego de mi amor...,
lo desclavaré con mis desagravios y mortificaciones..., 
lo envolveré con el lienzo nuevo
de mi vida limpia,
y lo enterraré en mi pecho de roca viva,
de donde nadie me lo podrá arrancar,
¡y ahí, Señor, descansad!
Cuando todo el mundo os abandone
y desprecie..., os serviré, Señor.




San Josemaría Escrivá de Balaguer. Via Crucis, XIV, 1

Oración por los cristianos de Oriente



Señor Jesucristo,
… Manda tu Espíritu y
Conságranos a todos con su unción para que el Jubileo de la Misericordia sea un año de gracia del Señor y tu Iglesia pueda, con renovado entusiasmo, llevar la Buena Nueva a los pobres, proclamar la libertad a los prisioneros y oprimidos y restituir la vista a los ciegos.

Te lo pedimos por intercesión de María, Madre de la Misericordia, a ti que vives y reinas con el Padre y el Espíritu Santo por los siglos de los siglos.

Amén.

SEÑOR JESÚS

Que en Jerusalén consumaste tu vida
En la cruz para la redención
De todos los hombres,
Multiplica los signos de paz
En esta Tierra Santa,
Que es especialmente tuya,
Para que llegue pronto el día
En el que estos pueblos
Se unan en un abrazo fraterno.

Amén.

martes, 22 de marzo de 2016

Cristo en la cruz





En esta tarde, Cristo del Calvario,
vine a rogarte por mi carne enferma;
pero, al verte, mis ojos van y vienen
de tu cuerpo a mi cuerpo con vergüenza.

¿Cómo quejarme de mis pies cansados,
cuando veo los tuyos destrozados?
¿Cómo mostrarte mis manos vacías,
cuando las tuyas están llenas de heridas?

¿Cómo explicarte a ti mi soledad,
cuando en la cruz alzado y solo estás?
¿Cómo explicarte que no tengo amor,
cuando tienes rasgado el corazón?

Ahora ya no me acuerdo de nada,
huyeron de mí todas mis dolencias.

El ímpetu del ruego que traía
se me ahoga en la boca pedigüeña.

Y sólo pido no pedirte nada,
estar aquí, junto a tu imagen muerta,
ir aprendiendo que el dolor
es sólo la llave santa de tu santa puerta.

Amén

lunes, 14 de marzo de 2016

Confía en Mí





¿Por qué te agitas y confundes por los problemas que trae la vida?
Déjame cuidar de todas tus cosas e irán tornándose mejores.
Cuando te entregues totalmente a Mí, todas tus cosas serán resueltas con tranquilidad, de acuerdo a mis proyectos.
No te angusties, no me pidas con exigencia, como si quisieras forzarme a realizar tus planes.
En lugar de eso cierra los ojos de tu razón, abandónate en mis manos y con paz dime:

JESÚS CONFÍO EN TI

Trata de evitar esos pensamientos que te angustian al querer comprender todo lo que te ocurre.
No arruines mis planes tratando de imponer tus ideas, déjame ser tu Dios y actuar libremente en tu vida.
Entrégate a mí con plena confianza y deja tu futuro en mis manos y dime:

JESÚS CONFÍO EN TI

Lo que más me lastima de ti es cuando tratas de razonarlo todo de acuerdo a tus pensamientos, cuando intentas resolver tus problemas a tu manera, sin tenerme en cuenta a mí.
Cuando me digas “JESÚS CONFÍO EN TI”, no seas como el enfermo que le dice al doctor “cúreme”, pero le sugiere la mejor forma de hacerlo.
Yo conozco mejor tú enfermedad y su remedio.
Déjate curar por mí, no tengas miedo, YO TE AMO
Si ves que las cosas se vuelven peores o más complicadas, aún cuando estás orando por ellas.
Mantén tu confianza en mí.
Cierra los ojos de tu razón, abandónate en mí, y continúa diciendo a cada instante:

JESÚS CONFÍO EN TI

Necesito mis manos libres para poder manifestarte mis bendiciones.
No ates mis manos con tus absurdas preocupaciones.
Satanás quiere que te frustres, hacerte desconfiar de mí, quitarte la paz y la alegría que yo te doy.
CONFÍA EN MÍ.
Descansa en mí, entrégate a mí.
Yo hago milagros en la medida en que tú te abandonas en mí, y de acuerdo a la fe que tienes en mí.
Así que no te angusties, dame todas tus preocupaciones y problemas, pon en mis manos todas tus cosas y tu vida.
Abandónate en mis manos y tendrás la paz.
Y siempre, siempre, dime:

JESÚS CONFÍO EN TI

Y verás grandes milagros.
Te lo prometo con todo mi AMOR. Jesús.

sábado, 5 de marzo de 2016

Oración del abandono





Padre mío:
Me pongo en tus manos,
Haz de mi lo que quieras.
Cualquier cosa que tu hagas de mí;
Te doy las gracias.
Estoy dispuesto a todo, lo acepto todo.

No deseo nada más, Dios mío,
Que tu voluntad se cumpla en mí
Y en todas tus criaturas.

Pongo mi vida en tus manos,
Te la entrego, Dios mío,
Con todo el amor de mi corazón,
Porque te amo, y es para mí
Una exigencia de amor darme a Ti,
Abandonarme entre tus manos sin medida,
Con una infinita confianza,
Porque Tú eres mi Padre.