lunes, 31 de diciembre de 2012

Oración por la paz

Oh, Dios, creador del universo,
que extiendes tu preocupación paternal sobre cada criatura
y que guías los eventos de la historia a la meta de la salvación;
reconocemos tu amor paternal
que a pesar de la resistencia de la humanidad
y, en un mundo dividido por la disputa y la discordia,
Tú nos haces preparar para la reconciliación.

Renueva en nosotros las maravillas de tu misericordia;
envía tu Espíritu sobre nosotros,
para que él pueda obrar en la intimidad de nuestros corazones;
para que los enemigos puedan empezar a dialogar;
para que los adversarios puedan estrecharse las manos;
y para que las personas puedan encontrar entre sí la armonía.

Para que todos puedan comprometerse en la búsqueda sincera por la verdadera paz;
para que se eliminen todas las disputas,
para que la caridad supere al odio,
para que el perdón venza el deseo de venganza.

Juan Pablo II

domingo, 30 de diciembre de 2012

Oración Sagrada Familia

Oh, Dios, que en la Sagrada Familia nos dejaste un modelo perfecto de vida familiar, fundada en la fe, la esperanza y la caridad.

Derrama tu Espíritu sobre nuestras familias, arráigalas sólidamente en la fe en Cristo, tu Hijo.

Suscita en ellas la esperanza ardiente y abrásalas en el fuego de tu amor, para que sirvan fielmente a la Iglesia, sean fecunda fuente de comunión y vida y apóstoles incansables de la nueva evangelización.

Unidos a José y María, por Jesucristo, nuestro Señor.

Amén.

viernes, 28 de diciembre de 2012

Oración de nochevieja

Te damos gracias, Señor, por los beneficios que hemos recibido a lo largo de este año.

Gracias por las noches tranquilas y por las horas inquietas.

Gracias por la salud y la enfermedad.

Gracias por la sonrisa amable y por la mano amiga...

Queremos confiarte ahora nuestros deseos de gozo y de paz para el año nuevo que va a comenzar.

Señor, bendícenos y concédenos caminar por sendas de paz y de justicia.

También queremos pedirte, Señor, por todos los que han muerto y han ido a tu encuentro en este año que termina.

Por los que se sienten solos y vacíos en medio del ruido y de las luces de esta Nochevieja,

Por los enfermos y moribundos, y por todos los que sufren en su cuerpo o en su espíritu...

Haz que todos seamos iluminados con tu Verdad y fortalecidos con tu Vida, y que sepamos descubrir, en lo efímero del tiempo, la esperanza gozosa de tu Eternidad.

Amén.

Obtenido de Diócesis de Cartagena

lunes, 24 de diciembre de 2012

Bendición de la cena de Nochebuena

Señor, en una noche como ésta, hace ya tiempo, quisiste venir como un niño, con nombre y apellidos.

Cuando creciste, hablaste de cosas muy buenas, y dijiste que ya nadie es pobre, porque es hijo de Dios.

Nosotros nos hemos reunido para cenar aquí hoy.

Llevamos mezclada con nuestra alegría, los disgustos y las penas de todo el año.

Por ello queremos que bendigas nuestra mesa para que nos llenes de tu amor y de tu paz.

Te pedimos hoy, que queremos que el mundo sea como una gran familia: sin guerras, sin miseria, sin drogas, sin hambre y con más justicia.

¡Jesús recién nacido!, que hoy en esta casa, acojamos tu palabra de perdón y de amor.

Consérvanos unidos. Danos pan y trabajo durante todo el año.

Danos fuerza y ternura para ser hombres de buena voluntad.

Señor, sé bienvenido a esta casa, hoy y siempre.

Obtenido de Diócesis de Cartagena


viernes, 21 de diciembre de 2012

Felicitación navideña 2012

Yo quiero en esta navidad, regalaros a todos un árbol que llevo dentro de mi corazón…

… y que en lugar de  bolas, luces, campanitas, adornos y regalos…

Lo tengo adornado con los nombres…

De gente que amo, de los amigos, de la familia.

Con los nombres de los que estáis lejos y de los que estáis cerca…

… de los amigos de siempre y de los más recientes…

… de los que os veo todos los días y de los veo de vez en cuando…

… de los que siempre me acuerdo y de los que a veces olvido…

… de los que hice sufrir…

… y de los que sin querer me hirieron…

… de los de las horas más angustiosas  y los de las horas más felices…

… de aquellos que conozco bien y de aquellos que casi no conozco…

… de los que me enseñaron muchas cosas y de los que tal vez aprendieron un poquito de mí…

… de mis amigos humildes y de mis amigos  importantes…

… quiero que éste árbol sea robusto, para que los nombres de todos:

Amigos, familia y seres queridos, jamás sean descolgados de mi corazón…

… quiero que sus ramas se extiendan largas!

Para colgar nuevos nombres y se junten con los que ya están, y sea un árbol gigante.

¡Quiero que el espíritu de la navidad, haga de cada deseo la más hermosa flor!

¡Que cada dolor, se torne  en la estrella mas brillante!

¡Y que cada lágrima, se convierta en una gran sonrisa!


viernes, 14 de diciembre de 2012

Aquí está la esclava del señor

Estamos en vísperas de la Navidad,
de la entrada del Hijo de Dios en el mundo.
Es el gran acontecimiento de la historia,
de la humanidad.

Dios que se hace hombre
para hacernos a nosotros hijos de Dios.
¡Qué intercambio más maravilloso!
¡Qué don, qué gracia, qué amor!

No puedo pasar deprisa, sin más este hecho.
No ha habido nada en la historia del mundo
más grande que el Dios hecho hombre,
que el Emmanuel.

Por eso me postro ante tanta hermosura,
ante tanta grandeza, ante tanto amor.
Gracias Dios Padre por haber querido dar ese paso,
por haber descendido para enaltecernos.

Y a las puertas de tan bonito recuerdo
no podía faltar María,
la madre de Jesús, Hijo de Dios e Hijo de María.

Santa Madre de Dios mi plegaria hoy se dirige a Ti
la esclava, la humilde,
la disponible al proyecto de Dios,
la llena de gracia,
de amor a Dios y al mundo
la madre del Hijo de Dios.

Gracias María.
Tú fuiste la puerta
por la que Dios se hizo presente entre nosotros.
Dios quiera que como Tú María
nosotros seamos puerta
por la que pase Dios a nuestros mundos.

Gracias María por tu disponibilidad, por tu sí.
Ayúdanos a decir, como Tú, sí
a lo que Dios disponga de nosotros.

Tú María, Madre de Dios,
escuchaste aquellas palabras del Ángel
que te ruborizaron:
“Alégrate, llena de gracia, el Señor está
contigo, bendita tú entre las mujeres…
No temas, María, porque has encontrado
gracia ante Dios… ”.

Tú eres bendita entre todas las mujeres.
Tú eres la más grande entre todos los seres
humanos: una mujer, María.
Así te reconocemos todos nosotros
y te tenemos como ideal de nuestras vidas,
como abogada nuestra,
como protectora de nuestros proyectos
que son los de tu Hijo.

Tú la inundada del Espíritu Santo.
Nosotros también fuimos ungidos por Él.

Que, como en tu caso María,
nazca en cada uno de nosotros y en nuestro mundo
tu Hijo Jesús, su estilo de vida,
su amor a Dios y a las personas, sus actitudes…
por obra del Espíritu Santo.

Intercede María ante Dios Padre,
en vísperas de la Navidad,
dibujada con colores de paz
para que de verdad la paz no solo sea
una palabra bonita sino también una realidad.

Paz te pedimos para las familias y los colegios,
paz para las pandillas y para las que sufren,
paz entre todos los países del mundo.

Como los Papas nos recuerdan con frecuencia
no hay mejor camino para la paz que la justicia.

¡María! ayúdanos a trabajar por la justicia
para que en el mundo haya paz verdadera.

viernes, 7 de diciembre de 2012

Adviento, tiempo de esperanza

Adviento, tiempo de esperanza,
en el seno de María
crece el fermento de un mundo nuevo,
el hijo del Dios vivo
que llega a compartir con nosotros.

Nace Emanuel,
Dios-con-nosotros,
hecho niño,
pobre, pequeño y necesitado.

María nos enseña
el camino para hacer nacer
a Jesús en nuestro tiempo:

confianza, entrega, fidelidad, coraje,
y mucha fe en el Dios de la Vida.

Tiempo de espera,
de atención y cuidados,
de respeto y contemplación.

Señor, hay mucho dolor
en nuestro tiempo,
hay sufrimiento e injusticia,
ayúdanos a sembrar
semillas de esperanza.

Descúbrenos la alegría
de la paciente espera,
activa y fecunda,
comprometida por la vida
de los que nos rodean.

Enséñanos a hacer crecer
la esperanza de algo nuevo,
anímanos a entregar
nuestras vidas
para la construcción del Reino.

Es tiempo de espera,
Señor, pero también
es tiempo de donación
y compromiso efectivo.

Contágianos
la fe sencilla de María,
que dio su vida
para alumbrar el Reino
y hacer nacer la esperanza
en medio de su pueblo.

Salmo de San Francisco de Asís
para el tiempo del Adviento del Señor.

¿Hasta cuándo, Señor, me olvidarás por siempre?

¿Hasta cuándo apartarás tu rostro de mí?

¿Hasta cuándo tendré congojas en mi alma,
dolor en mi corazón cada día?

¿Hasta cuándo triunfará mi enemigo sobre mí?

Mira y escúchame,
Señor, Dios mío.

Ilumina mis ojos
para que nunca
me duerma en la muerte,
para que nunca
diga mi enemigo:

He prevalecido contra él.

Los que me atribulan
se alegrarían si yo cayera;
pero yo he esperado
en tu misericordia.

Mi corazón
exultará en tu salvación;
cantaré al Señor
que me colmó de bienes,
y salmodiaré
al nombre del Señor altísimo.


sábado, 1 de diciembre de 2012

Velad

Señor, Tú nos invitas a que estemos vigilantes:

“Velad entones, pues no sabéis cuando vendrá el dueño de la casa, si al atardecer, o a media noche, o al canto del gallo o al amanecer: no sea que venga inesperadamente y os encuentre dormidos.”

¿Qué nos quieres decir, Señor Jesús?.
A lo mejor es que tenemos el peligro de pasar por la vida dormidos, sin darnos cuenta de las cuestiones fundamentales, sin ser conscientes de que Tú viniste y de que Tú, Señor Jesús, continúas viniendo y de que un días volverás.

Es cierto que cuando Tú viniste, muy pocos te reconocieron.

Muchos de entonces estaban dormidos.

Pero, Señor Jesús, ¿no sucede hoy lo mismo?
¿No abundan los que están dormidos?
¿Qué es lo que me adormece?
¿Qué es lo que me hace estar despierto, vigilante?

Adormecen las muchas esclavitudes que hacen que uno se centre sólo en si mismo y cierre sus ojos a su entorno:

El egoísmo, la comodidad, la avaricia, el no pensar otra cosa que en el pasarlo bien, el vivir para tener, el dejarse atrapar por las cosas y olvidar a las personas…, son somníferos.

Señor Jesús, haz que con tu ayuda, no andemos por la vida dormidos.

En cambio:

Escuchar atentamente a los demás, estar a abiertos a las realidades de nuestro entorno y del mundo, cultivar la compasión, sentir las necesidades de los que sufren, pensar en los demás…,

Escuchar la Palabra de Dios, rezar, formar parte de un grupo de vida cristina, participar de la Eucaristía…, nos ayuda a permanecer despiertos.

Señor Jesús, haz que utilicemos todo aquello que nos ayuda a permanecer despiertos.

sábado, 24 de noviembre de 2012

Consagración del género humano a Cristo Rey

Dulce Jesús, Redentor del género humano; míranos humildemente postrados ante tu presencia. Vuestros somos y tuyos queremos ser; y para que podamos unirnos hoy más íntimamente con vos, cada uno de nosotros se consagra espontáneamente a tu Sagrado Corazón.

Es verdad que muchos jamás te conocieron; que muchos te abandonaron después de haber despreciado tus mandamientos. Ten misericordia de unos y otros, benigno Jesús, y atráelos a todos a tu Santísimo Corazón.

Reina, Señor, no sólo sobre los fieles que jamás se apartaron de Ti, sino también sobre los hijos pródigos que te abandonaron; haz que estos regresen prontamente a la casa paterna para que no perezcan de hambre y de miseria.

Reina sobre aquellos a quienes traen engañados las falsas doctrinas o se hallan divididos por la discordia, y vuélvelos al puerto de la verdad y a la unidad de la fe, para que en breve no haya sino un solo redil y un solo pastor.

Concede, Señor, a tu Iglesia segura y completa libertad; otorga la paz a las naciones y haz que del uno al otro polo de la tierra resuene esta sola voz: alabado sea el Divino Corazón, por quien nos vino la salud: a Él sea la gloria y honor por todos los siglos de los siglos.

Amén.

viernes, 16 de noviembre de 2012

Uno cosecha lo que siembra

Una  mañana una mujer bien vestida se paró frente a un hombre desamparado, quien lentamente levantó la vista, y miro  claramente a la mujer que parecía acostumbrada a las cosas  buenas de la vida.

Su abrigo era nuevo, parecía que nunca  se había perdido una comida. Su primer  pensamiento fue: “Solo se quiere burlar de mi", como  tantos otros lo habían hecho.
 
¡¡Por Favor  Déjeme en paz!!, gruñó el indigente.
   
Para su sorpresa,  la mujer siguió enfrente de él. Ella sonreía, sus dientes blancos mostraban destellos  deslumbrantes. 

"¿Tienes  hambre?", preguntó ella. "No", contestó sarcásticamente. "Acabo de llegar de cenar con el presidente, ahora  vete." 

La sonrisa de la mujer se hizo aún más Grande. De pronto el hombre sintió una mano suave bajo el  brazo. "¿Qué hace usted, señora?" -preguntó el hombre  enojado. 

“¡¡Le digo que me deje en paz!!”

Justo  en ese momento un policía se acercó. "¿Hay algún problema, señora?" -le preguntó el oficial.
            
" Aquí no hay ningún problema, oficial, contestó la mujer .., "Sólo estoy tratando  de ayudarle para que se ponga de pie ..., ¿Me ayudaría?". El oficial se rascó la cabeza. "Si, el Viejo Juan, Ha sido un  estorbo por aquí por los últimos años. ¿Qué quiere usted  con él?" Pregunto el oficial.

"¿Ve la cafetería de  allí?" -preguntó ella. "Yo voy a darle algo de comer y a sacarlo del frío por un ratito." 

"¿Está loca, señora?", el pobre desamparado se resistió. "¡Yo no quiero ir ahí!".

Entonces sintió dos fuertes manos agarrándolo de los  brazos y lo levantaron. 

"Déjame ir oficial, Yo no hice  nada"

"Vamos Viejo, esta es una Buena  oportunidad para ti", el oficial le susurró al oído".
 
Finalmente, y con cierta dificultad, la mujer y el agente de policía llevaron al Viejo Juan a la cafetería y  lo sentaron en una mesa en un Rincón de la cafetería.

Era  casi mediodía, la mayoría de la gente ya había almorzado  y el grupo para la comida aún no había llegado.

El  gerente de la cafetería se acercó y les preguntó, "¿Qué  está pasando aquí, oficial?", "¿Qué es todo esto?. 

“Este hombre tiene problemas, y esta señora lo trajo  aquí para que coma algo," respondió el policía.

"¡Oh no, Aquí no!", el gerente respondió  airadamente.

"¡¡Tener una persona como este aquí es malo  para mi negocio!!

El Viejo Juan esbozó una  sonrisa con sus pocos dientes. "Señora, se lo dije. Ahora,  ¿si van a dejarme ir?. Yo no quería venir aquí desde un principio." 

La mujer se dirigió al gerente de la  cafetería y sonrió, "Señor, ¿está usted familiarizado  con Hernández y Asociados?, la firma bancaria que está a  dos calles".

"Por supuesto que los conozco",  respondió el administrador con impaciencia. "Ellos tienen  sus reuniones semanales en una de mis salas de  banquetes."

"¿Y se gana una buena cantidad de  dinero con las comidas en estas reuniones  semanales?", preguntó la Señora.

"¿Y eso que le  importa a usted?" 

"Yo, señor, soy Penélope  Hernández, presidenta y dueña de la compañía". “¡¡Oh Perdón!!, dijo el gerente.

La mujer sonrió de nuevo, "Pensé que esto supondría un cambio en su trato". Le dijo al policía, que fuertemente trataba de  contener una carcajada.

"¿Le gustaría tomar con nosotros  una taza de café o tal vez una comida, oficial?", "No,  gracias, señora", replicó el oficial. "Estoy de servicio".
 
"¿Entonces, quizá, una taza de café para llevar?", "Sí, señora. Eso estaría mejor".

El gerente de la  cafetería giró sobre sus talones como recibiendo una  orden. “Voy a traer el café para usted de inmediato  señor oficial " 

El oficial lo vio alejarse. Y  opinó:"Ciertamente lo ha puesto en su lugar", dijo. "Esa no fue mi intención “dijo la señora, lo crea  o no, tengo una buena razón para todo esto". 

Se  sentó a la mesa frente a su invitado a cenar. Ella lo miró  fijamente. "Juan ¿te acuerdas de mí?".

El viejo  Juan miró su rostro, con los ojos  legañosos. "Creo que sí, se me hace familiar".

"Mira Juan, quizá estoy un poco más grande, pero  mírame bien", dijo la Señora. "Tal vez me veas más  llenita ahora, pero cuando tu trabajabas aquí hace  muchos años vine aquí una vez, y por esa misma puerta, muerta de hambre y frío". Algunas lágrimas se posaron  sobre sus mejillas.

"¿Señora?" dijo el Oficial,  No podía creer lo que estaba presenciando, ni siquiera  pensar que la mujer podría llegar a tener hambre. 

"Yo  acababa de graduarme en la Universidad de mi pueblo", la  mujer comentó.

"Yo había llegado a la ciudad en busca de  un trabajo, pero no pude encontrar nada”.

Con la voz  quebrantada la mujer continuaba: Pero cuando me quedaban mis últimos céntimos y me habían echado de mi  apartamento, deambulé por las calles. Era febrero y hacía  frío y estaba casi muerta de hambre, entonces vi este  lugar y entre con la mínima posibilidad de poder conseguir  algo de comer. Con lágrimas en sus ojos la mujer  continuó hablando,...

Juan me recibió con una  sonrisa. "¡Ahora me acuerdo!", dijo Juan. "Yo estaba  detrás del mostrador de servicio. Se acercó y me preguntó  si podría trabajar por algo de comer”. “ Me dijiste que  estabas en contra de la política de la  empresa". Continuó la mujer..

"Entonces, tú me hiciste  el sándwich de carne más grande que había visto nunca, me diste una taza de café, y me fui a un rincón a  disfrutar de mi comida.

Tenía miedo de que te metieras en  problemas. Luego, cuando miré y te vi poner de tu  bolsillo el precio de la comida en la caja registradora,  supe que todo iba a estar bien". 

"¿Así  que usted comenzó su propio negocio?", dijo el viejo Juan.
 
"Si, encontré un trabajo esa misma tarde. Trabajé  muy duro, y me fui hacia arriba con la ayuda de Mi Padre  Dios. Posteriormente empecé mi propio negocio el cual, con  la ayuda de Dios, prosperó". Ella abrió su bolso y sacó  una tarjeta.

"Cuando termines aquí, quiero que vayas a  hacer una visita al señor Martínez, él es el director de  personal de mi empresa. Iré a hablar con él y estoy segura  de que encontrará algo para que puedas hacer algo en la oficina".

Ella sonrió. "Creo que incluso podría darte  un adelanto, suficiente para que puedas comprar algo de  ropa y conseguir un lugar para vivir hasta que te  recuperes. Si alguna vez necesitas algo, mi puerta está  siempre abierta para ti Juan." 

Hubo lágrimas en  los ojos del anciano. "¿Cómo se lo puedo agradecer?, preguntó.

"No me des las gracias", respondió la mujer.  "A Dios dale la gloria. El me trajo a ti." 

Fuera  de la cafetería, el oficial y la mujer se detuvieron y  antes de irse cada uno por su lado.

"Gracias por toda su  ayuda, oficial" Dijo La Sra. Hernández. 

“Al  contrario", dijo el oficial, "Gracias a usted, hoy vi un  milagro, algo que nunca voy a olvidar. Y gracias por  el café. ".

Dios cierra  puertas que ningún hombre puede abrir y abre puertas  que ningún hombre puede cerrar.