viernes, 27 de septiembre de 2013

Un pedazo de pastel para ti

A veces nos preguntamos:    ¿Que hice para merecer esto?

¿Porque Dios tiene que ser tan injusto conmigo?


Aquí va una bellísima explicación.

Una joven le dice a su madre como todo le ha salido mal; No salió bien en el examen de Matemáticas,

...Su enamorado resolvió terminar con ella... y su mejor amiga esta de paseo en otra ciudad.

En horas de amargura, una madre sabe qué puede agradar a su hija...  Le preparará un sabroso pastel. En aquel momento tan difícil. Abrazo a su hija y la llevo a la cocina, consiguiendo arrancar de su rostro una sonrisa.

Luego que la madre separo los utensilios e ingredientes que usaría, los colocó en la mesa y preguntó a su hija:

- Querida, ¿quieres un pedazo de pastel?

- Claro madre, Sabes que me encanta el pastel...

-Está bien, respondió la madre. Bebe un poco de ese aceite que está en la cocina!

Asustada, la hija respondió:

- ¿Cómo dices? Jamás!!!

¿Que tal si te comes un huevo crudo?     

- Nunca, Madre!

-Quieres comer un poco de harina de Trigo o Bicarbonato de Sodio?

- Madre, eso no me agrada, me enfermaría!

La Madre le respondió:

- Es verdad, todas esas cosas están crudas, sosas, mas cuando las colocamos juntas, en su justa medida...

...Ellas hacen un delicioso pastel!

Dios trabaja de forma similar.

La gente se pregunta, ¿porque El permite que pasemos por momentos difíciles? no saben que cuando El permite que todas esas cosas entren en el orden perfecto, siempre obran a bien.

No necesitas conformarte con ingredientes crudos, Deja TODO en sus manos... y se tornaran en algo fantástico!
 

Dios se preocupa tanto por ti... 

que te envia flores todas las Primaveras...

...Hace nacer el Sol todas las mañanas...

... y siempre que quieras conversar...                                     

El está dispuesto a escucharte!

El puede vivir en cualquier lugar del universo...


Pero escogió vivir en tu Corazón!

viernes, 20 de septiembre de 2013

La pobreza


A continuación transcribo algunas frases de la Madre Teresa, sobre el problema de la pobreza.

“Veo a Dios en cada ser humano. Cuando lavo las heridas de los leprosos, siento que estoy curando al mismo Señor. ¿No es una experiencia hermosa?”
      Entrevista en 1974.

“Cuando veo despojo aquí, siento ira en mi interior. Yo no apruebo el sentir cólera. Pero es algo que no puedes evitar después de ver Etiopía."
         Washington 1984.

“La más terrible pobreza es la soledad y el sentimiento de no ser amado.”

“La más grande enfermedad hoy en día no es la lepra ni la tuberculosis, sino el sentimiento de no ser reconocido.”

“Hay más hambre en el mundo por amor y por ser apreciado, que por pan.”

“Algunas veces pensamos que la pobreza es sólo tener hambre, frío y un lugar donde dormir. La pobreza de no ser reconocido, amado y protegido, es la mayor pobreza. Debemos comenzar en nuestros propios hogares a remediar esta clase de pobreza.”


Al final de nuestras vidas, no seremos juzgados por cuántos diplomas hemos recibido, cuánto dinero hemos conseguido o cuántas cosas grandes hemos hecho. Seremos juzgados por “Yo tuve hambre y me diste de comer. Estuve desnudo y me vestiste. No tenía casa y me diste posada.”

sábado, 14 de septiembre de 2013

Acto de contrición

Dios, padre lleno de clemencia, como el hijo pródigo, que marchó hacia tu encuentro, te digo;

“He pecado contra ti, ya no merezco llamarme hijo tuyo”.

Cristo Jesús, salvador del mundo, como el ladrón al que abriste las puertas del paraíso, te ruego:

“Acuérdate de mí, Señor, en tu reino”.

Espíritu santo, fuente de amor, confiadamente te invoco:

“Purifícame, y haz que camine como hijo de la luz”.

Dios mío, con todo corazón me arrepiento de todo el mal que he hecho y de todo lo bueno que he dejado de hacer.

Al pecar, te he ofendido a ti, que eres el supremo bien y digno de ser amado sobre todas las cosas.

Propongo firmemente con la ayuda de tu gracia, hacer penitencia, no volver a pecar y huir de las ocasiones de pecado.


Señor, por los méritos de la pasión de nuestro salvador Jesucristo, apiádate de mí

sábado, 7 de septiembre de 2013

No podemos caminar


No podemos caminar
con hambre bajo el sol.

Danos siempre el mismo pan:
Tu cuerpo y sangre, Señor.

Comamos todos de este pan,
El pan de la unidad.

En un cuerpo nos une el Señor,

Por medio del amor.