lunes, 30 de abril de 2012

¡Oh corazón de María!


¡Oh Corazón de María,
Madre de Dios y Madre nuestra!
¡Corazón amabilísimo,
objeto de las complacencias
de la adorable Trinidad,
y digno de la veneración
y ternura de los ángeles
y de los hombres!

¡Corazón el más semejante
al de Jesús, cuya imagen más perfecta eres!
Corazón lleno de bondad
y en gran manera compasivo
de nuestras miserias!

¡Ah! Hacednos sentir ahora,
¡oh Virgen piadosísima!,
la dulzura de vuestro corazón maternal
y la fuerza de vuestra intercesión
ante el de Jesús.

Amén

sábado, 28 de abril de 2012

Vocaciones en la misión

Señor, te rogamos
por nuestros hermanos y hermanas
que han respondido sí
a tu llamada al sacerdocio,
a la vida consagrada
y a la misión.

Haz que sus existencias
se renueven de día en día,
y se hagan evangelios vivientes.

¡Señor misericordioso y santo,
Sigue enviando nuevos operarios
a la mies de tu Reino!

Ayuda a los que has llamado
a seguirte en este tiempo nuestro;
haz que contemplando tu rostro,
respondan con alegría
a la maravillosa misión
que les has confiado
por el bien de tu pueblo
y el de todos los pueblos.

Por Jesucristo nuestro señor.

Oración de Benedicto XVI


viernes, 27 de abril de 2012

Quédate conmigo

Señor, quédate conmigo durante este día,

y guía mis pensamientos y deseos,

mis acciones y mis proyectos.

Guía mis pasos

para que caminen ligeros al encuentro de los cansados y desanimados.

Guía mis manos

para que acompañen  a aquéllos que  se perdieron en el camino.

Abre mis brazos,

para que pueda abrazar a los que se sienten solos y sin esperanza.

Ilumina mis ojos

Y vuelve atentos mis oídos al clamor de mis hermanos.

Ofréceme un corazón tierno, capaz de amar sin distinción.

Padre nuestro,

deposito en tu protección mi descanso y el de todos mis amigos y seres queridos.

Coloco en tus manos nuestra tierra,

nuestras ciudades,

nuestro mundo tan azotado por la violencia,

Por las catástrofes, por las guerras y por las injusticias...

Ilumina, Señor, la mente y el corazón de los poderosos de la tierra.

Que siempre pueda, por tu gracia,

abrir las manos para compartir
lo que soy y lo que tengo

y con tu ayuda pueda ver aparecer la aurora de un mundo nuevo.

GRACIAS, SEÑOR.

AMÉN.


viernes, 20 de abril de 2012

Almuerzo con Dios

Un niño pequeño quería conocer a Dios.

Sabía que tendría que hacer un largo viaje para llegar hasta donde Él vive, así que guardó en su maleta pastelitos de chocolate y refrescos de fruta…

Y empezó su andadura.

Cuando había caminado unas horas, se encontró con una mujer anciana.

Estaba sentada en un banco del parque, sola, contemplando en silencio algunas palomas que picoteaban migajas de pan que ella les arrojaba.

El niño se sentó junto a ella y abrió su maleta.

Comenzó a beber uno de sus refrescos cuando notó que la anciana le miraba, así que le ofreció uno de ellos.

Ella agradecida lo aceptó y le sonrió. Su sonrisa era muy bella, tanto que el niño quería verla de nuevo, así que le ofreció entonces uno de sus pastelillos.

De nuevo ella le sonrió. El niño estaba encantado, y se quedó toda la tarde junto a ella, comiendo y sonriendo, aunque sin hablar una palabra.

Cuando oscurecía, el niño se levantó para irse.

Dio algunos pasos, pero se detuvo; dio vuelta atrás, corrió hacia la anciana y le dio un abrazo.

Ella después de abrazarlo, le dedicó la más grande sonrisa de su vida.

Cuando el niño llegó a su casa, su madre quedó sorprendida de la cara de felicidad que traía.

Entonces le preguntó:

-"Hijo, ¿qué hiciste hoy que te hizo tan feliz?".

El niño le contestó:"¡Hoy almorcé con Dios!"...

Y antes de que su madre reaccionara, añadió:

-"Y ¿sabes? ¡Tiene la sonrisa más hermosa que nunca he visto!"

Mientras tanto, la anciana, también radiante de felicidad, regresó a su casa.

Su hijo se quedó sorprendido de la expresión de paz que reflejaba en su cara, y le preguntó:

-"Mamá, ¿qué hiciste hoy que te ha puesto tan feliz?“.

La anciana le contestó:

-"¡Comí pastelitos de chocolate con Dios, en el parque!"...

Y antes de que su hijo respondiera, añadió:

-"Y ¿sabes? ¡Es más joven de lo que yo pensaba!"…

Moraleja:

Con frecuencia, no damos importancia al poder de un abrazo, de una palmada en la espalda, de una sonrisa sincera, de una palabra de aliento, de un oído que escucha, de un cumplido sincero, o del acto más pequeño de preocupación...

Mas todos esos detalles tienen el mágico poder de cambiar tu vida o la de los demás, de darle un gran giro y hacerla feliz.

Todas las personas llegan a nuestras vidas por una razón, bien sea por un tiempo o se quedan para toda una vida.

¡Recíbelos a todos por igual!


sábado, 14 de abril de 2012

Oración Divina Misericordia

Oh Jesús Misericordioso,
tu bondad es infinita
y los tesoros de tu gracia
son inagotables.

Me abandono a tu Misericordia
que sobrepuja a todas tus obras,
me consagro enteramente a Ti
para vivir bajo los rayos de tu Gracia
y de tu Amor que brotaron de tu Corazón
traspasado en la Cruz.

Quiero dar a conocer  tu Misericordia
por medio de las obras de misericordia
corporales y espirituales,
especialmente con los pecadores,
consolando y asistiendo
a los pobres, afligidos y enfermos

Más, Tú me protegerás
como cosa tuya,
pues todo lo temo de mi debilidad
y todo lo espero de tu Misericordia.

Que toda la humanidad comprenda
el abismo insondable de tu Misericordia,
a fin de que poniendo toda su esperanza
en ella, pueda ensalzarla
por toda la eternidad.
Amén.

Fuente: Siembra amor (http://siembraconmigo.blogspot.com/)


viernes, 13 de abril de 2012

Oración a Jesús misericordioso

Señor Jesús,
en la cruz manifestaste tu obediencia al Padre
y tu voluntad de salvación universal:
venimos a implorarte perdón
y a darte gracias por tu amor.

Queremos hacer conocer tu Evangelio
mediante las obras de misericordia
para la conversión de los pecadores,
el consuelo de los afligidos,
y la asistencia a los pobres y enfermos.

Envíanos tu Espíritu Santo,
pues necesitamos sanar nuestra libertad humana
para construir un mundo donde reine la misericordia
y se anticipe el Banquete definitivo.

Ayúdanos a dar testimonio de fe y esperanza
delante de nuestros hermanos,
para que comprendamos todos
que la felicidad perfecta se encuentra en Ti.

Indícanos el camino hacia el Padre,
para llegar a adorar el Misterio de la Trinidad
junto a María y los Santos. Amén.

sábado, 7 de abril de 2012

Ofrezcan los cristianos ofrendas de alabanza

Ofrezcan los cristianos
ofrendas de alabanza
a gloria de la Víctima
propicia de la Pascua.

Cordero sin pecado
que a las ovejas salva,
a Dios y a los culpables
unió con nueva alianza.

Lucharon vida y muerte
en singular batalla,
y, muerto el que es la Vida,
triunfante se levanta.

¿Qué has visto de camino,
María, en la mañana?
A mi Señor glorioso,
la tumba abandonada,
los ángeles testigos,
sudarios y mortaja.

¡Resucitó de veras
mi amor y mi esperanza!

Venid a Galilea,
allí el Señor aguarda;
allí veréis los suyos
la gloria de la Pascua.

Primicia de los muertos,
sabemos por tu gracia
que estás resucitado;
la muerte en ti no manda.

Rey vencedor, apiádate
de la miseria humana
y da a tus fieles parte
en tu victoria santa. Amén. Aleluya.

Fuente: Liturgia de las horas


viernes, 6 de abril de 2012

Ojos muertos que miráis

Ojos muertos que miráis
con mirar indescriptible
y con fuerza irresistible
atraéis y cautiváis,
¿por qué, si muertos estáis,
tenéis tan viva expresión
que así turbáis mi razón
trocando vuestras miradas
en dos punzantes espadas
que parten mi corazón?


 Al veros, ojos piadosos,
todo mi ser se conmueve.
¿Quién a miraros se atreve
sin llorar, ojos llorosos?

Me cautiváis amorosos,
me reprendéis justicieros,
inspiráis dolor y calma,
sois tiernos y sois severos,
y las borrascas del alma
enfrentáis sólo con veros.

¡Ah! Permitid ojos píos,
ojos que sois el encanto del cielo,
que con mi llanto borre
mis locos desvíos;
bebí en cenagosos ríos
aguas de ponzoñas llenas
que, al infiltrarse en mis venas,
 causaron fiebres ardientes.
¡Cómo olvidé que erais fuentes
de aguas dulces y serenas!

Amén

Fuente: liturgia de las horas

miércoles, 4 de abril de 2012

A Cristo crucificado


Cuerpo llagado de amores,
yo te adoro y yo te sigo.

Señor de los señores,
quiero partir tus dolores
subiendo a la cruz contigo.

Quiero en la vida seguirte,
y por sus caminos irte alabando
y bendiciéndote
y bendecirte sufriendo,
y muriendo bendecirte.

Quiero, Señor, en tu encanto
tener mis sentidos presos,
y unido a tu cuerpo santo,
mojar tu rostro con llanto,
secar tu llanto con besos.
Señor,
aunque no merezco
que Tú escuches mi quejido,
por la muerte que has sufrido
escucha lo que te ofrezco
y escucha lo que te pido:

A ofrecerte, Señor, vengo mi ser,
mi vida,
mi amor,
mi alegría,
mi dolor;
cuanto puedo y cuanto tengo,
cuanto me has dado, Señor.

Y, a cambio
de este alma llena de amor
que vengo a ofrecerte,

… dame una vida serena
y una muerte santa y buena…

José María Pemán