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domingo, 28 de noviembre de 2021

Adviento

 

"Los cristianos adoptaron la palabra "Adviento" para expresar su relación con Jesucristo: Jesús es el Rey, que ha entrado en esta pobre "provincia" denominada tierra para visitar a todos; invita a participar en la fiesta de su Adviento a todos los que creen en él, a todos los que creen en su presencia en la asamblea litúrgica.

 

Con la palabra ‘adventusse' quería decir substancialmente:

 

Dios está aquí, no se ha retirado del mundo, no nos ha dejado solos. Aunque no podamos verlo o tocarlo, como sucede con las realidades sensibles, él está aquí y viene a visitarnos de múltiples maneras."

 

 

(BENEDICTO XVI, 28 de noviembre de 2009)

domingo, 29 de noviembre de 2015

El mundo te espera




Ven, Señor, no tardes más.
Ven Señor.

Ven, Señor, no tardes más.
Que sin ti no hay salvación.

Sobre la tierra se oyó una voz de promesa:
Un nuevo tallo dará la raíz de Jesé

Sobre la tierra se oyó una voz de esperanza:
El “hágase” de la Virgen, milagro de fe.

Ven, Señor, no tardes más.
Ven Señor el mundo te espera.

Ven, Señor, no tardes más.
Que sin ti no hay salvación.

Hacia tu encuentro vendrán los humildes y pobres.
Hacia tu encuentro vendrán los que carecen de pan y anhelan la paz.

Hacia tu encuentro vendrán los que buscan tu reino.
Los que han sabido sufrir por lograr libertad.

Hoy más que nunca, Señor, necesito consuelo.
Hoy más que nunca, Señor, necesito perdón.

Hoy más que nunca, Señor, necesito alegría.
Hoy más que nunca, Señor, necesito tu amor.

Ven, Señor, no tardes más.
Ven Señor el mundo te espera.

Ven, Señor, no tardes más.
Que sin ti no hay salvación.

domingo, 30 de noviembre de 2014

Oración primer Domingo de Adviento 2014



La tierra, Señor, se alegra en estos días,
y tu Iglesia desborda de gozo
ante tu Hijo, el Señor Jesús,
que se avecina como luz esplendorosa,
para iluminar a los que yacemos en las tinieblas,
de la ignorancia, del dolor y del pecado.

Lleno de esperanza en su venida,
tu pueblo ha preparado esta corona
con ramos del bosque y la ha adornado con luces.
Ahora, pues, que vamos a empezar
el tiempo de preparación
para la venida de tu Hijo,
te pedimos, Señor,
que, mientras se acrecienta cada día
el esplendor de esta corona, con nuevas luces,
a nosotros nos ilumines
con el esplendor de Aquel que,
por ser la Luz del mundo,
iluminará todas las oscuridades.

Te lo pedimos por Él mismo
que vive y reina por los siglos de los siglos.


Amén.

domingo, 1 de diciembre de 2013

Virgen del Adviento


Virgen del Adviento,
Esperanza nuestra,
De Jesús la aurora,
Del cielo la puerta.

Madre de los hombres,
De la mar estrella,
Llévanos a Cristo,
Danos sus promesas.

Eres Virgen Madre,
La de gracia llena,
Del Señor la esclava,
Del mundo la reina.

Alza nuestros ojos
Hacia tu belleza,
Guía nuestros pasos
A la vida eterna.


Amén.

viernes, 14 de diciembre de 2012

Aquí está la esclava del señor

Estamos en vísperas de la Navidad,
de la entrada del Hijo de Dios en el mundo.
Es el gran acontecimiento de la historia,
de la humanidad.

Dios que se hace hombre
para hacernos a nosotros hijos de Dios.
¡Qué intercambio más maravilloso!
¡Qué don, qué gracia, qué amor!

No puedo pasar deprisa, sin más este hecho.
No ha habido nada en la historia del mundo
más grande que el Dios hecho hombre,
que el Emmanuel.

Por eso me postro ante tanta hermosura,
ante tanta grandeza, ante tanto amor.
Gracias Dios Padre por haber querido dar ese paso,
por haber descendido para enaltecernos.

Y a las puertas de tan bonito recuerdo
no podía faltar María,
la madre de Jesús, Hijo de Dios e Hijo de María.

Santa Madre de Dios mi plegaria hoy se dirige a Ti
la esclava, la humilde,
la disponible al proyecto de Dios,
la llena de gracia,
de amor a Dios y al mundo
la madre del Hijo de Dios.

Gracias María.
Tú fuiste la puerta
por la que Dios se hizo presente entre nosotros.
Dios quiera que como Tú María
nosotros seamos puerta
por la que pase Dios a nuestros mundos.

Gracias María por tu disponibilidad, por tu sí.
Ayúdanos a decir, como Tú, sí
a lo que Dios disponga de nosotros.

Tú María, Madre de Dios,
escuchaste aquellas palabras del Ángel
que te ruborizaron:
“Alégrate, llena de gracia, el Señor está
contigo, bendita tú entre las mujeres…
No temas, María, porque has encontrado
gracia ante Dios… ”.

Tú eres bendita entre todas las mujeres.
Tú eres la más grande entre todos los seres
humanos: una mujer, María.
Así te reconocemos todos nosotros
y te tenemos como ideal de nuestras vidas,
como abogada nuestra,
como protectora de nuestros proyectos
que son los de tu Hijo.

Tú la inundada del Espíritu Santo.
Nosotros también fuimos ungidos por Él.

Que, como en tu caso María,
nazca en cada uno de nosotros y en nuestro mundo
tu Hijo Jesús, su estilo de vida,
su amor a Dios y a las personas, sus actitudes…
por obra del Espíritu Santo.

Intercede María ante Dios Padre,
en vísperas de la Navidad,
dibujada con colores de paz
para que de verdad la paz no solo sea
una palabra bonita sino también una realidad.

Paz te pedimos para las familias y los colegios,
paz para las pandillas y para las que sufren,
paz entre todos los países del mundo.

Como los Papas nos recuerdan con frecuencia
no hay mejor camino para la paz que la justicia.

¡María! ayúdanos a trabajar por la justicia
para que en el mundo haya paz verdadera.

viernes, 7 de diciembre de 2012

Adviento, tiempo de esperanza

Adviento, tiempo de esperanza,
en el seno de María
crece el fermento de un mundo nuevo,
el hijo del Dios vivo
que llega a compartir con nosotros.

Nace Emanuel,
Dios-con-nosotros,
hecho niño,
pobre, pequeño y necesitado.

María nos enseña
el camino para hacer nacer
a Jesús en nuestro tiempo:

confianza, entrega, fidelidad, coraje,
y mucha fe en el Dios de la Vida.

Tiempo de espera,
de atención y cuidados,
de respeto y contemplación.

Señor, hay mucho dolor
en nuestro tiempo,
hay sufrimiento e injusticia,
ayúdanos a sembrar
semillas de esperanza.

Descúbrenos la alegría
de la paciente espera,
activa y fecunda,
comprometida por la vida
de los que nos rodean.

Enséñanos a hacer crecer
la esperanza de algo nuevo,
anímanos a entregar
nuestras vidas
para la construcción del Reino.

Es tiempo de espera,
Señor, pero también
es tiempo de donación
y compromiso efectivo.

Contágianos
la fe sencilla de María,
que dio su vida
para alumbrar el Reino
y hacer nacer la esperanza
en medio de su pueblo.

Salmo de San Francisco de Asís
para el tiempo del Adviento del Señor.

¿Hasta cuándo, Señor, me olvidarás por siempre?

¿Hasta cuándo apartarás tu rostro de mí?

¿Hasta cuándo tendré congojas en mi alma,
dolor en mi corazón cada día?

¿Hasta cuándo triunfará mi enemigo sobre mí?

Mira y escúchame,
Señor, Dios mío.

Ilumina mis ojos
para que nunca
me duerma en la muerte,
para que nunca
diga mi enemigo:

He prevalecido contra él.

Los que me atribulan
se alegrarían si yo cayera;
pero yo he esperado
en tu misericordia.

Mi corazón
exultará en tu salvación;
cantaré al Señor
que me colmó de bienes,
y salmodiaré
al nombre del Señor altísimo.


sábado, 1 de diciembre de 2012

Velad

Señor, Tú nos invitas a que estemos vigilantes:

“Velad entones, pues no sabéis cuando vendrá el dueño de la casa, si al atardecer, o a media noche, o al canto del gallo o al amanecer: no sea que venga inesperadamente y os encuentre dormidos.”

¿Qué nos quieres decir, Señor Jesús?.
A lo mejor es que tenemos el peligro de pasar por la vida dormidos, sin darnos cuenta de las cuestiones fundamentales, sin ser conscientes de que Tú viniste y de que Tú, Señor Jesús, continúas viniendo y de que un días volverás.

Es cierto que cuando Tú viniste, muy pocos te reconocieron.

Muchos de entonces estaban dormidos.

Pero, Señor Jesús, ¿no sucede hoy lo mismo?
¿No abundan los que están dormidos?
¿Qué es lo que me adormece?
¿Qué es lo que me hace estar despierto, vigilante?

Adormecen las muchas esclavitudes que hacen que uno se centre sólo en si mismo y cierre sus ojos a su entorno:

El egoísmo, la comodidad, la avaricia, el no pensar otra cosa que en el pasarlo bien, el vivir para tener, el dejarse atrapar por las cosas y olvidar a las personas…, son somníferos.

Señor Jesús, haz que con tu ayuda, no andemos por la vida dormidos.

En cambio:

Escuchar atentamente a los demás, estar a abiertos a las realidades de nuestro entorno y del mundo, cultivar la compasión, sentir las necesidades de los que sufren, pensar en los demás…,

Escuchar la Palabra de Dios, rezar, formar parte de un grupo de vida cristina, participar de la Eucaristía…, nos ayuda a permanecer despiertos.

Señor Jesús, haz que utilicemos todo aquello que nos ayuda a permanecer despiertos.