jueves, 8 de septiembre de 2016

Un hogar feliz



Señor Jesús, Tú viviste en una familia feliz.
Haz de esta casa una morada de tu presencia,
un hogar cálido y dichoso.

Venga la tranquilidad a todos sus miembros,
la serenidad a nuestros nervios,
el control a nuestras lenguas,
la salud a nuestros cuerpos.

Que los hijos sean y se sientan amados
y se alejen de ellos para siempre
la ingratitud y el egoísmo.

Inunda, Señor, el corazón de los padres
de paciencia y comprensión
y de una generosidad sin límites.

Extiende, Señor Dios,
un toldo de amor para cobijar y refrescar,
calentar y madurar a todos los hijos de la casa.

Danos el pan de cada día,
y aleja de nuestra casa el afán de exhibir,
brillar y aparecer;
líbranos de las vanidades mundanas
y de las ambiciones que inquietan y roban la paz.

Que la alegría brille en los ojos,
la confianza abra todas las puertas,
la dicha resplandezca como un sol;
sea la paz la reina de este hogar
y la unidad su sólido entramado.

Te lo pedimos a Ti que fuiste un hijo feliz,
en el hogar de Nazaret junto a María y José.

Amén.

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