viernes, 25 de noviembre de 2011

Oración de entrega

Dios mío, ignoro absolutamente lo que hoy me va a suceder.

Pero se con certidumbre que nada puede sucederme que Tú no lo tengas previsto, regulado y ordenado desde toda la eternidad; esto me basta.

Adoro tus impenetrables y eternos designios y los acato con todo mi corazón.

Todo lo quiero, todo lo acepto y uno mi oblación al sacrificio de Jesucristo, mi divino Salvador.

Te pido en su nombre y por sus méritos infinitos, paciencia en mis pruebas, y una perfecta y entera sumisión a todo cuanto me quiera enviar tu bondadosa
Providencia.

Amén.

viernes, 18 de noviembre de 2011

La oración del conductor


Dame, Señor, mano firme y mirada vigilante, para que mientras conduzco no cause daño a nadie.

A ti, Señor, que das la vida y la conservas, te suplico humildemente que guardes hoy mi vida.

Libra, Señor, a quienes me acompañan, de todo mal, enfermedad, incendio o accidente.

Enséñame a hacer uso de mi coche para remedio de las necesidades ajenas.

Haz, Señor, que no me arrastre el vértigo de la velocidad, y que, admirado por la belleza de este mundo, logre seguir y terminar felizmente mi camino.

Te lo pido, Señor, por los méritos de tu Santísima Madre, y por la intercesión de San Cristóbal, especial protección de los conductores. AMÉN.

sábado, 12 de noviembre de 2011

Las cuatro velas

Las cuatro velas se quemaban lentamente.

En el ambiente había tal silencio que se podía oír el diálogo que mantenían.

La primera dijo:

- ¡YO SOY LA PAZ!

Pero las personas no consiguen mantenerme.

Creo que me voy a apagar.

Y, disminuyendo su fuego rápidamente, se apagó por completo.

Dijo la segunda:

- ¡YO SOY LA FE!

Lamentablemente a los hombres les parezco superflua.

Las personas no quieren saber de mí.

No tiene sentido permanecer encendida. 

Cuando terminó de hablar, una brisa pasó suavemente sobre ella y se apagó.  

Rápida y triste la tercera vela se manifestó:

- ¡YO SOY EL AMOR!

No tengo fuerzas para seguir encendida.

Las personas me dejan a un lado y no comprenden mi importancia. Se olvidan hasta de aquellos que están muy cerca y les aman.  

Y, sin esperar más, se apagó.

De repente...

Entró un niño y vio las tres velas apagadas.

-       Pero, ¿qué es esto?. Deberíais estar encendidas hasta el final.

Al decir esto comenzó a llorar.

Entonces, la cuarta vela habló:

- No tengas miedo, mientras yo tenga fuego, podremos encender las demás velas.
 YO SOY 

¡LA ESPERANZA!

Con los ojos brillantes, agarró la vela que todavía ardía...
Y encendió las demás.

¡QUE LA ESPERANZA NUNCA SE APAGUE DENTRO DE NOSOTROS!

¡...y que cada uno de nosotros sepamos ser la herramienta que los niños necesitan para mantener la Esperanza, la Fe, la Paz y el Amor !!!

viernes, 4 de noviembre de 2011

La mariposa azul

Había un viudo que vivía con sus dos hijas curiosas e inteligentes. Las niñas siempre hacían muchas preguntas. A algunas de ellas, él sabía responder, a otras no..

Como pretendía ofrecerles  la mejor educación, mandó las niñas de vacaciones con un sabio que vivía en lo alto de una colina.

El sabio siempre respondía a todas las preguntas sin ni siquiera dudar.

Impacientes con el sabio, las niñas decidieron inventar una pregunta que él no sabría responder.

Entonces, una de ellas apareció con una linda mariposa azul que usaría para engañar al sabio.

“¿Qué vas a hacer?” –preguntó la hermana.
“Voy a esconder la mariposa en mis manos y preguntarle al sabio si está viva o muerta”

“Si él dijese que está muerta, abriré mis manos y la dejaré volar. Si dice que está viva, la apretaré y la aplastaré.

Y así, cualquiera que sea su respuesta, ¡será una respuesta equivocada!”

Las dos niñas fueron entonces al encuentro del sabio, que estaba meditando.

- “Tengo aquí una mariposa azul. Dígame, sabio, ¿está viva o muerta?”

Muy calmadamente el sabio sonrió y respondió:
“Depende de ti... Ella está en tus manos.”

Así es nuestra vida, nuestro presente y nuestro futuro.
No debemos culpar a nadie cuando algo falle: somos nosotros los responsables por aquello que conquistamos
(o no conquistamos).

Nuestra vida está en nuestras manos, como la mariposa azul... Nos toca a nosotros escoger qué hacer con ella.

lunes, 31 de octubre de 2011

Oración Domund 2011

Señor.

Confiamos en tu palabra, abrimos nuestro corazón a tu mensaje misionero y te suplicamos con la fuerza de la fe recibida.

Que nuestra diócesis y nuestra comunidad cristiana sean misioneras y rechacen la tentación de encerrarse en sí mismas.

Que las iglesias nacientes en la misión cooperen con otras más necesitadas y den desde su pobreza.

Que los jóvenes, enfermos y personas consagradas participen en el compromiso misionero.

Que los llamados a la vocación misionera respondan a ella con generosidad.

Que los bautizados participemos en la actividad misionera de la Iglesia como responsable de tu envío.

Te lo pedimos con María, reina de las Misiones.

Amén.

viernes, 28 de octubre de 2011

Oración a San José para alcanzar una buena muerte

¡Oh mi santo protector, glorioso patriarca San José, que estando en el lecho de vuestro dulce tránsito, os visteis rodeado de Ángeles y asistido de su Rey, Cristo Jesús, y de su Reina, la Santísima Virgen María, esposa vuestra, y que con esta amabilísima compañía salisteis en una paz celestial de esta miserable vida!. Alcanzadme la gracia de perseverar fiel en la fe de la iglesia católica y en mi vocación, hasta que muera reclinado en vuestros brazos.


Si, santo mío, por aquella dulce compañía que Jesús y María os hicieron hasta la hora de vuestra muerte, protegedme en la mía hasta que me vea con vos en el cielo. Compadeceos también de todos mis seres queridos, difuntos, familiares y amigos, y de todas las almas del purgatorio, para que todos unidos por tu intercesión, glorifiquemos vuestro santo nombre con el de Jesús y María por todos los siglos. Que muera y deje este mundo en paz y lleno de la gracia de Dios, para gozar de la Gloria Eterna del Cielo. Amén.

viernes, 21 de octubre de 2011

Sólo él es perfecto

Hace mucho tiempo, en un reino distante, vivía un rey que no creía en la bondad de Dios.

Tenía, sin embargo, un súbdito que siempre le recordaba acerca de esa verdad.
 
En todas las situaciones decía:

"! Rey mío, no se desanime, porque todo lo que Dios hace es perfecto. El nunca se equivoca! "

Un día el rey salió a cazar junto con su súbdito, y una fiera de la jungla le atacó.

El súbdito consiguió matar al animal, pero no evitó que su Majestad perdiese el dedo meñique de la mano derecha. El rey, furioso por lo que había ocurrido, y sin mostrar agradecimiento por los esfuerzos de su siervo para salvarle la vida, le preguntó a éste:

-"Y ahora, que me dices, Dios es bueno?, Si Dios fuese bueno yo no hubiera sido atacado, y no hubiera perdido mi dedo.“

El siervo respondió:

-"Rey mío, a pesar de todas esas cosas, solamente puedo decirle que Dios es bueno, y que quizás, perder un dedo, sea para su bien. Todo lo que Dios hace es perfecto. !él nunca se equivoca! ".

El rey, indignado con la respuesta del súbdito, mandó que fuese preso a la celda más oscura y más fétida del calabozo. Después de algún tiempo, el rey salió nuevamente para cazar, y fue atacado, esta vez, por una tribu de indios que vivían en la selva.

Estos indios eran temidos por todos, pues se sabía que hacían sacrificios humanos para sus dioses.

Inmediatamente después que capturaron al rey, comenzaron a preparar, llenos de júbilo, el ritual del sacrificio. Cuando ya tenían todo listo, y el rey estaba delante del altar, el sacerdote indígena, al examinar a la víctima, observó furioso:

-"!Este hombre no puede ser sacrificado, pues es defectuoso!....!Le falta un dedo!”

 Luego, el rey fue liberado.

Al volver al palacio, muy alegre y aliviado, liberó a su súbdito y pidió que fuera a su presencia.
Al ver a su siervo, le abrazó afectuosamente diciendo:

-"!Querido, Dios fue realmente bueno conmigo! Tú debes haberte enterado que escapé justamente porque no tenía uno de mis dedos.

Pero ahora tengo una gran duda en mi corazón: si Dios es tan bueno, por que permitió que estuvieses preso, tú que tanto lo defendiste?.

“El siervo sonrió, y dijo: ... -"Rey mío, si yo hubiera estado junto con usted en esa caza, seguramente habría sido sacrificado en su lugar, !ya que no me falta ningún dedo! Por lo tanto, acuérdese siempre:

Todo lo que Dios hace es perfecto. !Él nunca se equivoca! "