domingo, 21 de noviembre de 2010

El silencio interior

El silencio significa:

La capacidad de pensar sin cabeza,
La capacidad de volar sin alas,
La capacidad de caminar sin pies,
La capacidad de observar sin perturbar,
La capacidad de escuchar sin interrumpir,
La capacidad de palpar sin crear incomodidad.
La capacidad de disfrutar la flor sin robarle
Su aroma y sobre todo la capacidad de entrar en ti y ver tu realidad.

La verdad solo se puede conocer en absoluto silencio.

No solo el silencio de afuera es necesario, también el silencio interior.

Si al cerrar tus ojos tu mente está en silencio la puerta está abierta para conocer la realidad que te anima a vivir.

Esa única realidad que llena tu alma de luz y claridad.

Sin el silencio tu alma no tiene claridad, no tiene luz.

El silencio es la atmósfera que el amor necesita para que tu alma brille.

El silencio en un lado y el amor en el otro le dan alas a tu corazón.

Esa belleza y esa armonía han sido perdidas debido a la ira, al orgullo etc. Esto es lo que significa la falta de silencio.

Todas las preguntas están listas para ser  respondidas, sin importar que profundas sean.

Simplemente entra en la paz del silencio, calma ese mar de deseos, ese mar de ilusiones, deja que la calma te invada, deja que el silencio te posea, en ese momento lo viejo desaparece y lo nuevo nace en ti.

Recuerda el silencio es el vientre de donde nacen los sabios.

Si deseas adquirir sabiduría, vuelve a nacer en medio del silencio.

Solo así encontrarás tu razón de ser, la razón por la cual has nacido.

Siéntate cómodamente, observa a tu alrededor, no juzgues, detente en tu afán, observa de nuevo, comprende que tu vida es un tesoro, deja tus preocupaciones a un lado.

No hay necesidad de llevar un equipaje pesado, ya tu corazón tiene lo que necesitas en este viaje maravilloso que es tu vida.

Deja el temor y permite que el silencio te posea, solo en esa inmensidad podrás escuchar la voz de Dios dentro de ti llamándote a vivir plenamente, llamando para darte a conocer todos los misterios del universo.

Y no solamente esto, también esa voz quiere darte a conocer el secreto de la vida eterna, pero cuidado, no creas en promesas, haz que esta se convierta en tu única realidad

Sólo en profundo silencio podrás comprender lo que significa todo esto y sobre todo el estar vivo.

Que tus silencios te muestren un camino de felicidad y de riqueza espiritual.


(Felipe de Urca)

sábado, 13 de noviembre de 2010

Sagrado Corazón de Jesús

PROMESAS DEL CORAZÓN DE JESÚS A SUS DEVOTOS.

Les daré todas las gracias necesarias en su estado.
Daré paz a sus familias.
Les consolaré en todas sus penas.
Seré su refugio seguro durante la vida, y sobre todo a la hora de la muerte.
Derramaré abundantes bendiciones sobre todas sus empresas.
Los pecadores hallarán en mi Corazón el océano infinito de la misericordia.
Las almas tibias se harán fervorosas.
Las almas fervorosas se elevarán rápidamente a la más alta perfección.
Bendeciré las casas y sitios en que la imagen de mi corazón sea venerada.
Daré a los sacerdotes el talento de conmover los corazones más endurecidos.
Las personas que propaguen esta devoción tendrán escrito su nombre en mi Corazón y no será borrado jamás.

LA GRAN PROMESA. “yo te prometo, en la excesiva misericordia de mi Corazón, que mi amor todopoderoso concederá a cuantos comulguen los nueve primeros viernes de mes seguidos, la gracia de la penitencia final: que no morirán en mi desgracia, ni sin recibir los sacramentos (al menos los que les sean necesarios para recuperar la gracia perdida), sirviéndoles mi Corazón de asilo seguro en aquella hora postrera”.
NOVENA DE LA CONFIANZA.

Sagrado Corazón de Jesús,
por medio de mi Madre Santísima,
en Vos pongo toda mi confianza,
y aunque todo lo temo de mi debilidad,
todo lo espero de tu bondad.

A tu corazón confío…. (Exponer la petición)
Míralo, después haz lo que tu Corazón te diga,
deja obrar a tu Corazón.
¡Jesús mío, yo cuento contigo,
yo me fío de ti,
yo me entrego a ti,
yo estoy seguro de tu Corazón!

Sagrado Corazón de Jesús, en Vos confío (repetir tres veces)


ORACIÓN AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS.

Señor Jesucristo que dijiste: “pedir y recibiréis; buscad y encontraréis; llamad y se os abrirá; porque todo el que pide recibe, y el que busca encuentra, y a quien llama se le abre”. Tus palabras me infunden confianza, sobre todo en los momentos de necesidad.

(Se ora en silencio, presentando la intención por la que se desea pedir).

¿A quién he de pedir, sino a Ti, cuyo corazón es un manantial inagotable de todas las gracias y dones?, ¿Dónde he de buscar sino en el tesoro de tu corazón, que es misericordioso?, ¿A dónde he de llamar sino a la puerta de ese Corazón Sagrado, a través del cual Dios viene a nosotros, y por medio del cual vamos a Dios?.

A ti acudimos, Corazón de Jesús, porque en Ti encontramos consuelo, cuando afligidos pedimos protección; cuando cansados por el peso de nuestra cruz, buscamos ayuda; cuando la angustia, la enfermedad, la soledad o el fracaso nos impulsan a buscar una fuerza superior a las fuerzas humanas.

Creo firmemente en Ti, en tu Misericordia que no tiene límites y confío en tu Corazón compasivo.

Quiero que mi corazón esté lleno de la confianza con que oró el centurión romano a favor de su criado; de la confianza con que oraron las hermanas de Lázaro, los leprosos, los ciegos, los paralíticos que se acercaban a Ti porque sabían que tus oídos y tu Corazón estaban siempre abiertos para oír y remediar sus males.

Concédeme mirar las cosas, mi situación, mis problemas, mi vida entera, desde otro ángulo, con más espíritu de fe.

Deseo amarte, adorarte y servirte, oh buen Jesús. Amén

Padre Nuestro, Ave María, Gloria al Padre.
Sagrado Corazón de Jesús, en Ti confío (repetir 3 veces)

sábado, 6 de noviembre de 2010

Oración simple de San Francisco








Oh Señor, haz de mi un instrumento de tu paz:
Donde hay odio, que yo lleve el Amor.
Donde hay ofensa, que yo lleve el Perdón.
Donde hay discordia, que yo lleve la Unión.
Donde hay duda, que yo lleve la Fe.
Donde hay error, que yo lleve la Verdad.
Donde hay desesperación, que yo lleve la Esperanza.
Donde hay tristeza, que yo lleve  la Alegría.
Donde están las tinieblas, que yo lleve la Luz.

Oh Maestro, haced que yo no busque tanto:
A ser consolado, sino a consolar.
A ser comprendido, sino a comprender.
A ser amada, sino a amar.

Porque:
Es: dando, que se recibe.
Perdonando, que se es perdonado.
Muriendo, que se resucita a la Vida Eterna.

viernes, 29 de octubre de 2010

Beata Mª Angela Astorch

Clarisa Capuchina. (1592-1665)

La Beata Mª Angela Astorch nació en Barcelona el 1 de septiembre de 1592. Huérfana de padre y madre, ingresó muy joven en el monasterio de Capuchinas de Barcelona, donde emitió su profesión el 8 de septiembre de 1609. A los 21 años fue mandada a Zaragoza como maestra de novicias. Después de haber gobernado este monasterio como abadesa, en 1645 fundó el monasterio de Murcia. Tuvo en alto grado el don de la contemplación, alimentada por la meditación de la Liturgia de las Horas, y al mismo tiempo una caridad solícita por las Hermanas. Murió santamente en Murcia el 2 de diciembre de 1665. Fue beatificada el 23 de mayo de 1982 por Juan Pablo II.

ORACIÓN.

Oh Dios, rico para con todos los que te invocan, que adornaste a la beata María Ángela, virgen, con el don de penetrar de modo inefable en el tesoro de tus riquezas mediante la diaria liturgia de alabanza; concédenos, por su intercesión, dirigir a ti de tal manera nuestras acciones, que seamos alabanza de tu gloria en Jesús, tu Hijo.


TRIDUO NOVENA

En tu poder, Señor, están todas las cosas.
Nada se resiste a tus designios.
Tú creaste el cielo y la tierra y las maravillas todas que hay bajo el cielo.
Tú eres el dueño de todo.
Concédenos entregarnos fielmente a Ti y al servicio de nuestros hermanos a imitación de tu sierva la Beata Mª Àngela Astorch, y juntamente la gracia que por su intercesión te pedimos (aquí se piden aquellas gracias que deseen alcanzar).
Por el mismo Jesucristo nuestro Señor.
Amén.
(Padre Nuestro, Ave María y Gloria al padre,…)

viernes, 22 de octubre de 2010

Oración a Jesús crucificado



 
Miradme,
oh mi amado buen Jesús,
postrado en vuestra santísima presencia;

os ruego con el mayor fervor
imprimáis en mi corazón
vivos sentimientos de fe, esperanza y caridad,
verdadero dolor de mis pecados
y propósito firmísimo de enmendarme!.
Mientras que yo con el mayor amor
y compasión de que soy capaz
voy considerando vuestras cinco llagas
teniendo presente aquello que dijo de Vos,
oh Dios mío, el santo profeta David:
“Han taladrado mis manos y mis pies
y se pueden contar todos mis huesos”

Padrenuestro, avemaría y Gloria



lunes, 18 de octubre de 2010

Santo Angel de la Guarda

ORACIÓN AL ÁNGEL DE LA GUARDA

Ángel mío guardador,
por el sumo bien criado,
te suplico con amor,
que de mi tengas cuidado.

Ángel santo de Dios,
dado para mi custodia y guía,
guárdame de noche y día;
por lo que me habéis guardado,
gracias y dones os doy
que me habéis hecho tanto bien.

Gloria sea a ti señor,
por siempre jamás.
Amén.

lunes, 11 de octubre de 2010

Cántico al hermano sol

 
Altísimo, Omnipotente, buen Señor: 
tuyas son las alabanzas, 
la gloria, el honor. 
Sólo  a Ti, Altísimo, convienen 
y ningún hombre es digno 
de pronunciar tu nombre.




Loado seas, Señor mío, 
con todas tus criaturas 
especialmente por el hermano sol. 
         El hace el día y nos alumbra 
y es bello y radiante 
y con gran esplendor.    
De ti, Altísimo, es un signo claro.


Loado seas, Señor mío, 
por la hermana luna, y las estrellas.

En el cielo las has formado 
claras, preciosas y bellas.

Loado seas, Señor mío, por el hermano viento, 
y por el aire y nublado y sereno y todo tiempo,
        por el cual sustentas a tus criaturas

Loado seas, Señor mío, por la hermana agua 
la cual es muy útil y humilde, preciosa y casta.

Loado seas, Señor mío, 
por el hermano fuego
  por el cual alumbras la noche  
  y es bello y alegre, robusto y fuerte.

Loado seas, Señor mío, por nuestra
 hermana  la madre tierra, la cual
nos sustenta y gobierna y produce frutos
diversos con coloridos flores
y hierbas.

Loado seas, mi Señor, 
por quienes perdonan por tu amor
       y soportan la enfermedad y tribulación.
          Bienaventurados los que las soportan en paz 
porque Tú Altísimo,...
... Los coronarás.

Loado seas, mi Señor,
por la hermana muerte corporal 
de la que ningún hombre viviente puede escapar.
        ¡Ay de aquellos que mueran en pecado mortal.

Bienaventurados aquellos
que acierten a cumplir
tu santísima voluntad 
porque la muerte segunda
no les hará mal.

Load y bendecid a mi Señor
dadle gracias 
  y servidle con gran humildad.

(San Francisco de Asís)