domingo, 26 de mayo de 2013

Venid y vamos todos

Venid y vamos todos
con flores a porfía,
con flores a María
que Madre nuestra es.

De nuevo aquí nos tienes
purísima doncella,
más que la luna bella,
postrados a tus pies.

Venimos a ofrecerte
las flores de este suelo
con cuánto amor y anhelo,
Señora, Tú lo ves.

También te presentamos,
como más gratos dones,
rendidos corazones
que Tú ya los posees.

viernes, 24 de mayo de 2013

Tus manos, María

Tus manos, María.

Son grandes, porque en ellas,
todos cabemos.

Son pequeñas, porque en ellas,
se desborda el Misterio de Dios.

Son limpias, porque ellas,
no conocieron la corrupción.

Son delicadas, porque ellas,
acariciaron el tesoro más preciado: Jesús.

Son cuidadas, porque ellas,
fueron bendecidas desde el principio por Dios.

Son orantes, porque ellas,
supieron juntarse para alabar al Creador.

Son señales, porque ellas,
siempre nos enseñan el camino hacia Jesús.

Son decididas, porque ellas,
no se echaron atrás ante las dificultades.

Son amantes, porque ellas,
amaron con locura.

Amén


 Obtenido del Colegio “La Inmaculada

viernes, 17 de mayo de 2013

Glosa de la Salve

¡Dios te salve, Virgen pura,
Reina piadosa del mundo,
Madre de vida y dulzura,
Acoge el ruego profundo
De tus hijos sin ventura!

¡Hijos que por ti clamamos
Desterrados hijos de Eva,
Que a Ti ¡oh Madre! suspiramos
En este valle de prueba
Donde sin cesar lloramos.

¡Tus hijos siempre y ahora
Triste te elevan el alma!...
¡Óyelos, Madre y Señora,
Con esa piedad que calma
Los gemidos del que llora!

¡Ea, pues, nuestra; Abogada,
Vuelve a nos de esos tus ojos
La dulce y tierna mirada
Que purifica de abrojos
Nuestra mísera jornada!

¡Y preséntanos, María,
De este destierro en pasando,
A ese Varón de agonía
Que paz y perdón clamando
Murió por la raza impía!

¡Fruto de tu entraña pura
De la humanidad consuelo!
¡Si Tú, Madre de ternura,
La dicha pides del suelo,
Dicha obtendremos segura!

Y pues tiene prometido
A los dignos, Madre mía,
Gozo eterno y bendecido,
¡Oh dulce! ¡oh clemente! ¡oh pía!
¡Haz nuestro gozo cumplido!

Pedro F. Carrascosa, Obispo de Ávila

viernes, 10 de mayo de 2013

Himno a la Virgen de Fátima

El 13 de mayo la Virgen María
Bajo de los cielos a Cova de Iría.

¡Ave, Ave, Ave María!
¡Ave, Ave, Ave María!

A tres pastorcillos la Madre de Dios
Descubre el misterio de su corazón.

El Santo Rosario constantes rezad
Y la paz al mundo el Señor dará.

Haced penitencia, haced oración,
Por los pecadores implorad perdón.

sábado, 4 de mayo de 2013

Stella Maris (estrella del mar)

Salve, del mar Estrella,
Salve, Madre sagrada
De Dios y siempre Virgen,
Puerta del cielo santa.

Tomando de Gabriel
El Ave, Virgen alma,
Mudando el nombre de Eva,
Paces divinas trata.

La vista restituye,
Las cadenas desata,
Todos los males quita,
Todos los bienes causa.

Muéstrate Madre, y llegue
Por Ti nuestra esperanza
A quien, por darnos vida,
Nació de tus entrañas.

Entre todas piadosa,
Virgen, en nuestras almas,
Libres de culpa, infunde
Virtud humilde y casta.

Vida nos presta pura,
Camino firme allana;
Que quien a Jesús llega,
Eterno gozo alcanza.

Al Padre, al Hijo, al Santo
Espíritu alabanzas;
Una a los tres le demos,
Y siempre eternas gracias.

Lope de Vega (1562-1635)

sábado, 27 de abril de 2013

Oración contra el temor

Ángel de la Guarda, protégeme del temor, Alivia mi miedo.

Dame fuerzas para enfrentarme a lo desconocido y a lo conocido.

Que haya luz donde hay sombras.

Que haya paz donde hay temor.

Que haya valor donde hay miedo.

Dame Oh Ángel Custodio, la fuerza de mil leones para enfrentarme al lobo del mal.

Dame luz para alumbrar el camino del bien.

Dame mil escudos para protegerme de eso o de esos que quieren destruirme.

Muéstrame como ser valiente, para limpiar mi corazón de temores y fracasos.

Guíame porque tu eres el mensajero de la luz, para que mi corazón se purifique del miedo y pueda encontrar el amor, la alegría y la felicidad.

Oh mi Dios, permite a tu mensajero  mi Ángel de la Guarda, que me asista en todo momento, que me sostenga en medio de la adversidad para que el temor no sea ni siquiera una sombra.

Alabado sea el señor en nuestros corazones.

Amén.

sábado, 20 de abril de 2013

Ámame tal como eres

Conozco tu miseria; los combates y tribulaciones de tu alma; la debilidad y las enfermedades de tu cuerpo; conozco tu negligencia, tus pecados, tus abandonos.

Pero, a pesar de todo esto, te digo: “Dame tu corazón, ámame tal cual eres”.

Si esperas a ser un ángel para entregarte al amor, no me amarás jamás. Incluso si recaes en esas faltas que no quisiste haber conocido nunca, incluso si eres negligente en la práctica de la virtud, no te permito que no me ames. Ámame tal cual eres.

En cada instante y en cualquier situación en la que te encuentres, en la consolación o en la desolación, en el fervor o en la sequedad, en la fidelidad o en la infidelidad. Ámame tal como eres. Lo que quiero es el amor de tu corazón indigente. Si para amarme esperas a ser perfecto, no me amarás jamás… Déjate amar.

Quiero tu corazón. Por supuesto que tengo previsto transformarte, pero, mientras tanto te amo tal como eres. Y quisiera que tú hicieras lo mismo. Me gustaría ver cómo, desde el fondo de tu miseria, brota el amor. Amo en ti incluso tu debilidad yo amo el poder de los pobres.

Quisiera que, desde la indigencia, se elevara continuamente este grito: ¡Señor, te amo!. Es el canto de tu corazón lo que me importa. ¿Acaso tengo yo necesidad de tu ciencia y tus talentos?. No son virtudes lo que te pido, y si te las diera, eres tan débil, que tu amor propio enseguida se las atribuiría.

No te preocupes de eso. Sólo trata de llenar el momento presente con tu amor. Hoy, como un mendigo, llamo a la puerta de tu corazón, yo, el señor de los señores. Llamo y espero. Ábreme en seguida; no alegues tu miseria. Si tú no conocieses verdaderamente tu indigencia, morirías de dolor. Lo único que me hiere el corazón es el verte dudar y falto de confianza. Quisiera que pensases en Mi cada instante del día y de la noche.

No quisiera que hicieras ningún acto, por insignificante que sea, por otro motivo que no sea el Amor. Cuando tengas que sufrir, yo te daré la fuerza. Tú me has dado el amor; yo te daré la capacidad de amar por encima de lo que jamás hayas soñado. Pero, acuérdate; “Ámame tal como eres”. No esperes a ser un santo para entregarte al Amor; si no, no me amarás jamás. Amen.

(Beato Carlos de Foucauld)