martes, 28 de julio de 2015

Fray Leopoldo de Alpandeire





TRIDUO - NOVENA

ORACIÓN:
Oh, Dios que dijiste: “El que se humilla será ensalzado”, vuelve los ojos de tu misericordia a las virtudes que practicó tu siervo Fray Leopoldo y haz que también nosotros vivamos humildes y puros en tu santo servicio.

Dígnate glorificar a tu siervo en la tierra y concédenos por su intercesión la gracia que te pedimos, si es de tu divino agrado.

Amen.

(Padrenuestro)

JACULATORIA:
¡Pastora Divina de las almas! Por la filial devoción que te profesó Fray Leopoldo, dígnate interceder ante la Santísima Trinidad, para obtener la gracia que te pedimos.

(Tres Avemarías)

viernes, 17 de julio de 2015

Amad al padre del cielo






Señor, te alabo de todo corazón.

Has hecho por mí cosas grandes.

Tú eres bueno y benigno, eres nuestro padre.

Felices los hombres que veneran tu nombre,
los que aman de corazón tus mandamientos.

Tus palabras me llenan el corazón de alegría.

Enséñame a hacer tu voluntad.

lunes, 6 de julio de 2015

Pacto de amor con el Sagrado Corazón





Divino Corazón de Jesús, que me habéis cautivado, seducido y atrapado con vuestros galanteos de amor, heme aquí, postrado a vuestros divinos pies consagrándoos todo lo que soy, entregándoos mis pensamientos, mis debilidades, mis miserias.

Divino Corazón de Jesús, concededme la gracia de firmar con la tinta indeleble de vuestra Sangre Preciosa un pacto de amor en este día. Pacto en el que me ofrezco como víctima de amor en beneficio de la salvación de mi propia alma y de las almas del mundo entero; pacto de amor en que os consagro todo mi ser: cuerpo, alma y espíritu para que dispongáis de mí de acuerdo a vuestro santo querer. Pacto de amor en el que me comprometo a ser apóstol de vuestro Sacratísimo Corazón y con mi inmolación y reparación contribuya al Reinado de vuestro Divino Corazón en toda la tierra.

Amén.

domingo, 28 de junio de 2015

Novena irresistible al Sagrado Corazón de Jesús






Oh Jesús mío, habéis dicho: “En verdad os digo, pedid y recibiréis; buscad y encontraréis; llamad y se os abrirá.”
He aquí que llamo busco y pido la gracia de…
Padre Nuestro, Ave María, Gloria al Padre, etc.
Sagrado Corazón de Jesús en Vos confío.

Oh Jesús mío, habéis dicho: “En verdad os digo, lo que se pidiese a Mi Padre en Mi Nombre, EL lo dará a vosotros.”
He aquí que en vuestro nombre, le pido al Padre Celestial la gracia de…
Padre Nuestro, Ave María, Gloria al Padre, etc.
Sagrado Corazón de Jesús en Vos confío.

Oh Jesús mío, habéis dicho: “En verdad os digo, que el cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán jamás.”
He aquí que, animado por Vuestras infalibles palabras, ahora pido la gracia de…
Padre Nuestro, Ave María, Gloria al Padre, etc.
Sagrado Corazón de Jesús en Vos confío.

Oh! Sagrado Corazón de Jesús, solamente una cosa se os ha de ser imposible y eso consiste en no tener compasión de los afligidos. Te piedad de nosotros miserables pecadores y conceded la gracia que os pedimos, mediante el Doloroso e Inmaculado Corazón de María, Vuestra tierna Madre, y nuestra Madre compasiva.

sábado, 13 de junio de 2015

Oración para entregarme al descanso nocturno






Sagrado Corazón de Jesús, heme aquí en el ocaso del día, cansado y un poco desgastado por los quehaceres cotidianos; permitidme que mi sueño restaure mis fuerzas y que mi Santo Ángel de la guarda ore y repare por mí.

Sagrado Corazón de Jesús, infinitas gracias os doy porque no permitisteis que mis pies resbalaran y cayeran al abismo; en la tentación me hicisteis sentir punzadas de amor que me obligaban a lanzar un grito de súplica al cielo para que los ángeles me ayudaran, para que San José alejara de mi alrededor al demonio y a sus secuaces.

Sagrado Corazón de Jesús, cubridme en esta noche con el manto de vuestra ternura; alejad de mí, mientras duermo, los espíritus del mal y concededme la gracia de que, aún, mi respirar sea una ofrenda de amor para vuestra gran Majestad.

Amén.

domingo, 7 de junio de 2015

Consagración personal para todos los días






¡Sacratísima Reina de los cielos y Madre mía amabilísima!. Yo ……, aunque lleno de miserias y ruindades, alentado sin embargo con la invitación benigna del Corazón de Jesús, deseo consagrarme a Él; pero conociendo bien mi indignidad e inconstancia, no quisiera ofrecer nada sino por tus maternales manos, y confiando a tus cuidados, el hacerme cumplir bien todas mis resoluciones.

Corazón dulcísimo de Jesús, Rey de bondad y amor, gustoso y agradecido acepto con toda la decisión de mi alma ese suavísimo pacto de cuidar Tú de mí y yo de Ti, aunque demasiado sabes que vas a salir perdiendo. Lo mío quiero que sea tuyo; todo lo pongo en tus manos bondadosas: mi alma, salvación eterna, libertad, progreso interior, miserias; mi cuerpo, vida y salud, todo lo poquito bueno que yo haga o por mí ofrecieren otros en vida o después de muerto, por si algo puede servirte; mi familia, haberes, negocios, ocupaciones,…, para que, si bien deseo hacer en cada una de estas cosas cuanto en mi mano estuviere, sin embargo, seas Tú el Rey que haga y deshaga a su gusto, pues yo estaré muy conforme, aunque me cueste, con lo que disponga siempre ese Corazón amante que busca en todo mi bien.

Quiero en cambio, Corazón amabilísimo, que la vida que me reste no sea una vida baldía; quiero hacer algo, más bien quisiera hacer mucho, porque reines en el mundo, quiero con oración larga o jaculatorias breves, con las acciones del  día, con mis penas aceptadas, con mis vencimientos chicos, y en fin, con la propaganda, no estar, a ser posible, un momento sin hacer algo por Ti. Haz que todo lleve el sello de tu reinado divino y de tu reparación hasta mi postrer aliento, que, ¡ojalá! Sea el broche de oro, el acto de caridad que cierre toda una vida de apóstol fervorosísimo.

Amén.

sábado, 30 de mayo de 2015

Nuestra Señora de la Ternura





¡Oh mi reina y Señora mía!

Tú sola eres el consuelo que me ha dado Dios,
Tú la guía en mi peregrinación,
Tú la fortaleza en mis débiles fuerzas,
La riqueza en mis miserias,
La liberación de mis cadenas,
La esperanza de mi salvación,
Escucha mis súplicas.

Te lo ruego, ten piedad de mis suspiros,
quiero que seas mi Reina,
y yo tu humilde esclavo.

Quiero que seas el refugio, la ayuda, la esperanza y la fortaleza de mi alma.

Por Jesucristo, nuestro Señor.