viernes, 22 de abril de 2011

Contemplar las siete palabras

PRIMERA PALABRA.
Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen

Cuando tuvo que defender a otros, se enfrentó decididamente a toda injusticia.

Ahora que la víctima es Él mismo, no quiso cambiar su fe en el género humano, porque para Jesús el hombre no está poseído de la maldad.

Por eso dice al Padre:
“perdónalos porque no saben lo que hacen”.


SEGUNDA PALABRA.
Yo te aseguro que hoy estarás conmigo en el paraíso

Ni la cruz, ni la muerte, te quitaron ese modo tuyo de darte sin medida.

Enséñanos, Señor, tu misma generosidad, tu modo de tratar a los demás.


TERCERA PALABRA.
Mujer, ahí tienes a tu hijo. Hijo, ahí tienes a tu Madre

Señor, has llegado al extremo de darnos a María como madre.

Sólo te has reservado para ti la cálida memoria de su ternura, de su compañía, de su presencia.


CUARTA PALABRA.
Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?

Háblame fuertemente en este día.
Habla profundamente al corazón que no pierda la vida, que no apague tu voz, que no se enfríe la llama del amor…


QUINTA PALABRA.
Tengo Sed

En este día.
Cristo del calvario vine a rogarte por mi piel enferma, pero al verte mis ojos van y vienen de tu cuerpo a mi cuerpo con vergüenza…


SEXTA PALABRA.
Todo está cumplido


SÉPTIMA PALABRA.
Padre, en tus manos encomiendo mi Espíritu



No me mueve, mi Dios, para quererte
el cielo que me tienes prometido,
ni me mueve el infierno tan temido
para dejar por eso de ofenderte.

Tú me mueves, Señor, muéveme el verte
clavado en una cruz y escarnecido;
muéveme ver tu cuerpo tan herido,
muéveme tus afrentas y tu muerte.

Muéveme, en fin, tu amor, y en tal manera,
que, aunque no hubiera cielo, yo te amara,
y aunque no hubiera infierno te temiera.

No me tienes que dar porque te quiera;
pues, aunque cuanto espero no esperara,
lo mismo que te quiero te quisiera.

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