viernes, 10 de septiembre de 2010

La natividad de María

El Nuevo Testamento no hace referencia al nacimiento de María, por lo que tenemos que acudir, a los evangelios apócrifos y más concretamente al "Libro sobre la Natividad de María" y el "Protoevangelio de Santiago". En el "Libro sobre la Natividad de María" se dice que María habría nacido en Nazaret y en cambio en el "Protoevangelio de Santiago", cita a Jerusalén como la ciudad de su natividad.




Lo único que está claro es que la fiesta de la Natividad de la Virgen surgió en oriente, y con mucha probabilidad en Jerusalén, hacia el siglo V. Allí estaba siempre viva la tradición de la casa natalicia de María. Por lo tanto, parece que Jerusalén es la ciudad más probable de su nacimiento y el lugar exacto sería la actual basílica de Santa Ana.


Según los textos apócrifos, Joaquín y Ana, no tuvieron hijos durante sus primeros veinte años de matrimonio, y ante esta situación, hicieron una promesa al Señor que consistía en que si les daba un descendiente, lo consagrarían a su servicio.


Para obtener esta gracia, todos los años se desplazaban al templo de Jerusalén en las tres fiestas principales. El día de la Fiesta de la Dedicación, Joaquín se acercó al altar para presentar la ofrenda de sus cosechas, pero el sacerdote, lo rechazó diciéndole que no tenía derecho a acercarse porque un hombre estéril como él, no podía andar con los que no estaban bajo su misma condición (en aquellos tiempos, el pueblo de Israel consideraba una maldición la esterilidad).


Ante esta situación, Joaquín, se retiró al desierto, para obtener con penitencias y oraciones la ansiada paternidad, sin querer volver a su casa para no exponerse a los desprecios de sus vecinos, después de unos meses de gran soledad, se le presentó un ángel de Dios, rodeado de un inmenso resplandor que le comunicó que su mujer engendraría a una hija.


Algún tiempo después nace María, una niña santa, aunque en ella no se nota nada hasta que crece y comienza a hablar, y a manifestar su vida interior. Mediante sus palabras se conoce cuál es su espíritu, y sus padres comprenden que es una criatura excepcional.


Aunque la fiesta de la Natividad de María se venía celebrando desde el siglo V, en occidente dicha celebración no se inicia hasta el siglo VII, siendo en este siglo cuando el Papa Sergio I ordenó que se celebrara una procesión en honor a la fiesta, el 8 de septiembre; posteriormente en 1378, el Papa Gregorio XI, de forma "oficial", la introdujo en el calendario litúrgico.


La fiesta fue fijada el día 8 de septiembre probablemente porque, representando María el papel del comienzo de la obra de la salvación, era oportuno celebrar su nacimiento al principio del año eclesiástico según el Monologium Basilianum

http://www.youtube.com/macelinasa#p/search/1/rMHw-k9IU7k

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